Carolina Lázaro, presidenta de la Asociación de Madres y Padres Murgi del colegio Ciavieja, situado en pleno centro de El Ejido, resume en una frase el sentir de las familias de los 500 alumnos matriculados en este colegio: “Cada día que nuestros hijos van al colegio, hay mil padres preocupados”.
El AMPA lleva exigiendo desde hace años a la delegación provincial de Educación que realice las obras de una salida de evacuación que costarían, según un informe de la propia delegación, no más de 70.000 euros, pero que, a día de hoy, todavía no se han hecho, poniendo en peligro cada día la vida de medio millar de niñas y niños. Lázaro lo resumió ayer gráficamente en una entrevista concedida a Cadena SER Poniente: “Si hoy hubiera un incendio en el colegio, estaríamos hablando de muchos niños muertos, porque las ventanas tienen rejas fijas que no se pueden quitar y, en caso de fuego, nuestros hijos se quemarían dentro. Nos gustaría que la delegada de Educación se pusiera en nuestro pellejo, que piense que cada día que estos 500 alumnos van al colegio, hay mil padres preocupados por ellos”.
Para pedir soluciones inmediatas a su demanda - “no nos creemos que 70.000 euros sea un dinero que no pueda asumir la Junta para velar por la seguridad de estos niños”-, las madres y padres de los chavales protestarán esta tarde, a partir de las seis, a las puertas del centro.
Reivindicación
No es tampoco la primera movilización que realizan: el año pasado, aprovechando los Carnavales, hicieron una acción reivindicativa que han repetido también este año. Desde el AMPA, además, se le envían semanalmente cartas a la delegación de Educación recordándole el estado en el que se encuentra el centro, que se construyó hace treinta años y que, a lo largo de este tiempo, no ha experimentado ninguna remodelación profunda. Los padres de los alumnos del Ciavieja denuncian, entre otras cosas, que la rampa de acceso al centro no cumple con los requisitos de la Ley de accesibilidad y de supresión de barreras arquitectónicas y que ni siquiera una persona en silla de ruedas podría entrar al hall del colegio desde la calle. El centro tampoco cuenta con gimnasio -muchos días de invierno, los niños no pueden dar clase de Educación Física si no pueden utilizar el patio- ni con comedor escolar.
La asociación de madres y padres invitó formalmente a Francisca Fernández a que visitara el centro hace ya un año y conociera, en primera persona, las reclamaciones que se hacen desde este colegio. Sin embargo y a pesar de esa invitación, Fernández no lo ha pisado todavía. “Ni siquiera ha tenido la preocupación o la dignidad de venir a vernos”, se quejan desde el AMPA. La protesta de hoy quiere hacerla cambiar de actitud.
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