Los cazadores en pie de guerra por la supresión de 25 cotos de caza

Son muchos, están armados y se muestran indignados. Son cientos de cazadores que han visto cómo desaparecían en torno a 25 cotos de caza situados en los tres últimos parajes naturales aprobados por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.

La cuestión ha saltado a la palestra tras publicarse en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) los planes de ordenación de los recursos naturales de tres parajes, los del Desierto de Tabernas, Sierra Alhamilla y el Karst en Yesos de Sorbas.

Mayor protección
La cuestión es que la figura de ‘paraje natural’ es más restrictiva que la más común de parque natural, donde se admiten muchas más actividades. En los parajes prima por encima de todo la protección del entorno y de las especies animales y vegetales que en ellos se encuentran.

Entre otras actividades, la protección de esos tres espacios naturales almerienses prohibe la práctica de la caza, un hecho que ha soliviantado a los cazadores que, hasta ahora, desarrollaban en esos territorios su actividad cinegética o deportiva, en torno a un millar según la Federación Almeriense de Caza.

Tramitación 
El caso es que tampoco se puede considerar que esa protección haya llegado por sorpresa ya que la tramitación de los planes de ordenación de esos tres espacios inició su tramitación allá por el año 1989, es decir hace ya 27 años. En ese tiempo los planes han sido expuestos, sometidos a procesos de información pública y abiertos a la presentación de alegaciones, que no se recibieron.

Y así se ha llegado a 2017, con los planes ya aprobados y con la prohibición de cazar en esos parajes naturales como un hecho constatado. Según los cazadores, eso supondrá la desaparición de al menos 25 cotos en la provincia.

Malestar
Las protestas no han tardado en llegar y se apoyan en el hecho de que en septiembre de 2014 el Consejo Provincial de Medio Ambiente aprobó por unanimidad el aprovechamiento cinegético de especies que provocan daños, entre ellos el ciervo, la cabra montés o el jabalí, así como la caza de perdiz con reclamo por su carácter tradicional. Se quejan de que la prohibición elimina esos 25 cotos, que ocupan 22.000 hectáreas y afecta a diez sociedades de cazadores y a otros 40 cotos privados, zonas en las que ejercen su afición un millar de cazadores

Plataforma 
Para analizar la situación los cazadores celebraban este lunes una multitudinaria asamblea, convocada por la delegación provincial de la Federación Andaluza de Caza, donde se aprobó la creación de una Plataforma de afectados en la que se han integrado la propia Federación, sociedades de cazadores y cotos privados de caza, que representará al millar de afectados.

El ambiente en la asamblea fue tenso debido a la indignación que mostraron buena parte de los afectados con la Consejería de Medio Ambiente por lo que entiende como una decisión “que supone un grave perjuicio medioambiental, social y económico”.

La FAC advierte de las consecuencias de la medida en la conservación de estos parajes “en los que resulta fundamental el control de la superpoblación de especies que provocan daños a la agricultura, a zonas de valor ecológico e incluso para la salud”

La ‘guerra’ está abierta y los cazadores están dispuestos a llegar hasta el final para lograr revertir la situación.