Castillos, torres, ermitas y casas protegidas por su singularidad

Desde el conocido Castillo de Macenas a la Torre del Peñón o la Ermita de Sopalmo, pasando por el grupo de viviendas de los Altos del Cantal o la casa del número 2 de la Calle La Fuente e, incluso, lápidas con antiguas leyendas, conforman los edificios y otros elementos urbanos recogidos en el catálogo del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Mojácar. 

Un catálogo que tiene como objeto ayudar a “la conservación, protección o mejora del patrimonio urbanístico, arquitectónico, histórico, cultural, natural o paisajístico del municipio”. De esta forma, este índice contiene la relación detallada y la identificación precisa de los bienes o espacios que, por su valor, hayan de ser objeto de una especial protección. 

Este registro está compuesto por dos apartados diferenciados. El primero incluye todos los yacimientos arqueológicos identificados y delimitados del término municipal, mientras que el segundo agrupa a todos los edificios que comparten valores arquitectónicos, etnográficos o ser ejemplos destacados de la arquitectura contemporánea, así como otra serie de bienes están considerados de interés cultural como escudos, lápidas, emblemas o piedras heráldicas. 

Centrándonos en el segundo apartado, el catálogo engloba un total de 17 edificios destacados por sus valores arquitectónicos o etnográficos. De esta manera, el castillo de Macenas, la torre Marina de la Torre lo están por sus valores arquitectónicos; el grupo de viviendas en los Altos del Cantal y el Mirador del Castillo por ser dos señeros exponentes de arquitectura contemporánea. La casa en Calle la Fuente, 2, Ermita de los Dolores, Ermita de San Sebastián, Ermita de Sopalmo, Ermita del Espíritu Santo, La Capilla-Las Alparatas, Puerta de la ciudad y la vivienda de Calle Morote,  22, como patrimonio etnográfico; y la Casa Gerencia de Chávarri y la estación y embarcadero del ferrocarril minero Bédar Garrucha, como ejemplos de patrimonio industrial. 

En cuanto a los otros elementos catalogados, figuran la lápida del ‘Diálogo ocurrido allí’, la lápida de restauración de 1876 de la fuente de los caños, y el ‘Escudo de la Puerta de la Ciudad’. Todos estos elementos, más los 44 yacimientos arqueológicos identificados, suponen un patrimonio histórico y cultural que ahora, independientemente de su nivel de protección, quedan inventariados para su conservación.