Níjar

Batalla por la rebaja fiscal para el uso de agua desalada

Esperanza Pérez asegura que esta reivindicación supone luchar por el modelo económico del campo de Níjar

El Consejo Agrario analizó la situación del sector y las medidas a tomar.
El Consejo Agrario analizó la situación del sector y las medidas a tomar.
E. de la Torre / La Voz
21:00 • 11 abr. 2017

El Consejo Sectorial Agrario de Níjar aprobó en su última sesión una serie de medidas que tendrán como único objetivo obtener una rebaja fiscal que permita a los agricultores de la comarca poder usar agua desalada en los invernaderos aprovechando incentivos que ya se aplican en otras comunidades. “Somos pioneros en el uso del agua desalada para el cultivo bajo plástico y hemos demostrado que, pese a la adversidad, el campo avanza, en concreto de una a casi tres hectáreas por unidad familiar por lo que es ahora cuando toca reclamar una recompensa que nos ayude a ser más competitivos mientras se recuperan nuestros acuíferos. A situaciones excepcionales hay que aplicarles medidas igualmente de excepción, y entendemos que reducir los impuestos es lo que toca”, afirma Esperanza Pérez, alcaldesa de Níjar y presidenta de este Consejo.




La batalla por el agua comenzará en el próximo pleno municipal, donde el equipo de Gobierno, también representado en el Consejo, se ha comprometido a sacar adelante una moción en defensa de los usuarios basada en la propuesta de COAG -bajada del 0,26 al 0,09 del índice de rendimiento neto-.




También se  incluirá la derivada del informe ‘Agua desalada para riego’ del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas, según el cual “el incremento económico que deben soportar los agricultores como consecuencia directa del precio del agua desalada merma su capacidad competitiva con respecto al resto de comarcas”.




Dictamen de los ingenieros
El dictamen facultativo destaca “la mala calidad del agua subterránea de la comarca de Níjar con niveles de conductividad nada recomendables; así como el empleo de agua procedente de agua desalada estimándose en torno al 75%. Como conclusión, el sobrecoste medio por explotación soportado alcanza el valor de 1.611 euros por hectárea”.




El equipo de gobierno solicita que, dado el carácter excepcional de este sobrecoste, “los gastos correspondientes a la adquisición o suministro de agua desalada de los agricultores de Níjar sean deducibles en la liquidación del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF).




La moción será llevada al Pleno previsto para hoy y, posteriormente, será remitida al Gobierno de la nación, aunque Pérez ya ha advertido que “esta reivindicación no va a terminar con el traslado de una moción, vamos a luchar por el agua porque eso significa luchar por la subsistencia del modelo económico del campo de Níjar”, ha asegurado la alcaldesa.






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