Cultura blinda la villa romana del Rozaipón en Vera

In extremis, después de correr un riesgo manifiesto y de ser parcialmente afectado por desbroces de hierba y trabajos de roturación y eliminación de desniveles con un tractor, el yacimiento romano del Rozaipón de Vera (Siglo IV antes de Cristo)-  en fase de ser declarado Bien de Interés Cultural (BIC)- ha sido blindado por la Delegación Provincial de Cultura.

El informe del arqueólogo de la Junta de Andalucía llegó hace ya unos días al Ayuntamiento de Vera, por petición del propio consistorio, instando a la Administración local a que se abstenga de conceder licencias de obra  mayor o menos para movimientos de tierra, eliminación de desniveles y roturación de nuevas tierras de cultivo de hortalizas. El Ayuntamiento estaba pendiente del informe para concederla o no.  El delegado, Alfredo Valdivia, expresó ayer que “en el informe el arqueólogo recoge que se han hecho algunos trabajos de limpieza de maleza y explanación de desniveles, pero muy superficiales”. Valdivia añadió que “he de decir que la coordinación con el ayuntamiento en este asunto ha sido buena”.

Si uno visita la zona, sin embargo, en una zona comprendida entre Vera y Garrucha, junto al Cortijo de los Gaitos, podrá comprobar cómo la huella de la maquinaria agrícola ha arrasado parte de vieja infraestructura hidráulica y antigua sillería de origen supuestamente romano. Desde el día 17  hasta el 30 de marzo  una empresa agrícola estuvo trabajando sin licencia en esa zona ahora protegida.

Así lo corroboraba también hace unos días el arqueólogo Domingo Ortiz, que excavó la zona en los años 70 y 80, con información proporcionada por vecinos de la localidad y con material fotográfico adjunto. “A raiz de la publicación en LA VOZ y de la denuncia de algunos vecinos del municipio, se ha podido parar este perjuicio a los restos del Rozaipón”, confirmaba ayer Ortiz.

El Ayuntamiento de Vera, por tanto, a tenor del informe técnico de Cultura, ha denegado la licencia de obra solicitada por una empresa agrícola de Palomares para adecuar en el Rozaipón un campo de lechugas.  El Ayuntamiento, que a raiz de la denuncia de vecinos colocó una cinta de protección,  comunicó el día 1 de abril, tras una visita ocular  de un técnico municipal y un arqueólogo de cultura que “solo se había realizado un desbroce superficial de matorrales, no observándose, a simple vista, signos de destrucción del patrimonio arqueológico”.

Salazones, estucos, y mosaicos
La villa romana del Rozaipón, en un predio entre la carretera de Vera-Garrucha y el mar, fue excavado y documentado por Luis Siret en 1907. En 1976 y en 1981, cuando el yacimiento estaba en una finca propiedad del jurista Ambrosio López Giménez, fue excavado de nuevo por el director del Museo Arqueológico, Angel Pérez Casas. Se desenterraron restos de mosaicos, muros estucados, cubetas destinadas a salazones y sistemas hidráulicos. En 2010 se inició un deslinde de la zona arqueológica que no ha concluido 31 años después.