Bédar quiere ‘resucitar’ sus minas

Hace algo más de un siglo, Bédar era un próspero pueblo minero. De sus entrañas salían toneladas de hierro en dirección al puerto de Garrucha, para su comercialización. Sin embargo, esa época de intensa actividad minera hace décadas que acabó y, hoy en día, el municipio cuenta con un conjunto de minas y ruinas de las viejas infraestructuras, como testigos de ese glorioso pasado. 

No obstante, las minas podrían ‘resucitar’ y tener una nueva vida convertidas en atractivo turístico. De esta forma, Bédar albergaría un museo minero único en la comarca del Levante, que reactivaría la economía de una zona que, actualmente, es  esencialmente agrícola y ganadera.

Por ello, desde hace unos años existe un proyecto para poner en valor la mina Higuera, en Serena, una de las más importantes de la localidad. El objetivo es hacer visitable la mina, a través de un recorrido que fuera accesible para todo el mundo, a parte de otros usos o rutas con carácter más deportivo o especializado. En ello están trabajando todo este mes dos estudiantes franceses de Geología llegados desde la Universidad de Lorena, en Nancy.  

Puesta en valor
El proyecto que llevan a cabo los estudiantes franceses quiere poner en valor el patrimonio geológico e histórico de Bédar, así como desarrollar un circuito de visitas turísticas a la mina, aprovechando que se encuentra a escasos metros de la Ruta de la Minería de Bédar.

Thomas Pesenti y Quentin Brunsmann, estarán todo el mes de junio en Bédar para elaborar un recorrido accesible en la mina, que permita observar la riqueza geológica, así como la vía po donde el mineral de hierro era cargado y sacado al exterior.

Para ello es esencial elaborar un proyecto de seguridad, para dar acceso a los lugares que suponen una cierta dificultad: colocar metros de líneas de vida; señalizar las zonas peligrosas (pozos, zonas inestables y buzones) bloqueando el paso si es necesario; reparación de escaleras, intentando conservar el aspecto original (por ejemplo, poniendo cemento en los escalones de la trancada, muy deteriorados por el paso de personas); y colocar cuerdas o fijar tablones para los pasos complicados.

Además, se realizará un estudio para la instalación de la  iluminación necesaria para la visita a la mina. “Lo ideal sería unas placas solares que hagan autosuficiente la mina, pero eso es algo muy caro que supera las posibilidades de nuestras pequeñas asociaciones”, explica Ine Thijs, representante de Bédar Sostenible, asociación que tiene un convenio con la universidad francesa para asumir los gastos de viaje y alojamiento, a parte del material que puedan necesitar los estudiantes para las tareas encomendadas.

Diferentes usos
La principal propuesta es musealizar la mina.  Diseñar una ruta histórica por las instalaciones, con una recreación fidedigna de cómo era el trabajo de los mineros. Una experiencia ideal para amantes de la minería, expertos y curiosos que deseen vivir “la situación de asfixia que supone estar un largo tiempo debajo de la tierra”, explica Juan Antonio Soler, de Bédar Sostenible.

Otras opciones son ofrecer una ruta de aventura “modo laberinto”, con mapa y brújula; o incluso  recrear un mundo de fantasía, “una especie de ruta del terror, con diferentes personajes”.

Enamorados de la geología levantina
Cada año, dese hace cuatro, el profesor Christian Hibsch, de la Facultad de Ciencias y Tecnología de la Universidad de Lorena, visita con sus alumnos Bédar y su entorno para estudiar la geología de la zona y adentrarse en algunas de sus minas.

De este amor por la zona surgió su colaboración con el Ayuntamiento de Bédar y varias asociaciones para poner en valor la mina Higuera. En el verano de 2015, otros dos alumnos estuvieron un mes cartografiando en 3D dicha mina.