El Reto Ciclista finaliza con honores

Rondaban las once de la mañana cuando los ciclistas tijoleños implicados en el II Reto Ciclista del Banco de Libros se disponían a alcanzar sobre su sillín el casco histórico de la guipuzcoana ciudad de Zarauz. Allí, en plena ‘Musika Plaza’ les esperaba una comitiva digna del final de una etapa de la Vuelta Ciclista a España.

Varios concejales del municipio, miembros de la ONG ‘Acoes Zarauz’ con la que colabora el Banco de Libros y honores propios de héroes esperaban a los ciclistas, capaces de recorrer mil kilómetros en bicicleta para facilitar el acceso a la educación y la cultura de los niños de Honduras, objetivo de Acoes y el Banco de Libros. Por si fuera poco, dos jóvenes de Zarauz vestidas con el traje típico recibieron a los almerienses con el ‘Aurresku’, una danza de tradicional  que sirve de reverencia en actos públicos. Los ciclistas de Tíjola tampoco llegaron solos a la plaza. Una veintena de miembros del club ciclista de Zarauz fueron a su encuentro y les acompañaron durante los últimos 25 kilómetros.

Allí, en la plaza, les esperaba también Eugenio García, el fundador del Banco de Libros de Tíjola y otros vecinos del municipio almeriense que se desplazaron en coche para recibir a sus paisanos, que partieron el pasado miércoles con el reto de recorrer el trayecto entre Tíjola y Zarauz en 72 horas y en bicicleta; algo que lograron con su llegada el sábado a la localidad vasca. Más allá de la proeza conseguida, el objetivo de los dos retos ciclistas organizados hasta ahora no es otro que el de vender cada kilómetros del recorrido a un euro para colaborar con su causa.

Expectativa superada
Este año se han vuelto a superar las expectativas y la recaudación ha superado los 2.000 euros. Para Eugenio García, tener la oportunidad de esperar a los ciclistas en su destino final y acompañado de autoridades y vecinos de la zona fue “muy emocionante”. Tanto que incluso se quedó “sin palabras”. “Para mí ha sido algo único. Todos los eventos que estamos haciendo desde el Banco de Libros son emocionantes pero este creo que ha tocado techo”, asegura el presidente de la asociación.

Una vez en el municipio de Tíjola, el regreso a casa no fue menos emocionante. Familiares y amigos de los tres ciclistas junto a voluntarios del Banco de Libros volvieron a homenajear a los aventureros  como se merecen, con 1.000 kilómetros recorridos a sus espaldas y las mochilas cargadas de solidaridad.