Alerta por la alta contaminación de ozono atmosférico

El colectivo Ecologistas en Acción ha presentado ante la Comisión Europea una petición de apertura de expediente sancionador contra el Estado español por no elaborar los planes de mejora de calidad del aire en el medio centenar de zonas en las que se han incumplido los valores objetivo legales para la protección de la salud y la vegetación establecidos por la normativa europea para la presencia de ozono troposférico.

Uno de esos puntos en los que se incumple la normativa es la provincia de Almería, donde numerosos puntos del litoral y de las zonas de interior recogen valores que están por encima de los niveles máximos permitidos por la legislación europea.

En el último año las estaciones con mayor grado de incumplimiento han sido las de Bédar y Rodalquilar. nada nuevo puesto que suelen ser, cada verano, las que presentan mayores índices de contaminación por ozono.

Niveles elevados
En lo que va del año 2017, y según los informes elaborados por Ecologistas en Acción, la estación de medición de Bédar ya ha superado los niveles máximos permitidos en 51 ocasiones, por lo que ya ha cubierto el cupo de este año y del que viene. En el caso de la de Rodalquilar se han producido 23 superaciones en la primera mitad de este año y se encuentra próxima a superar los límites legales.

La elevación de los niveles de ozono troposférico se produce por contaminantes como el tráfico rodado, tanto en carretera como marítimo o aéreo, o industrias como las centrales térmicas o plantas de combustión.
Carboneras En el caso de Almería los ecologistas achacan buena parte de esa contaminación a la presencia de la Central Térmica Litoral de Carboneras, “donde se ubica una de las mayores centrales térmicas de carbón que operan en la península ibérica, además de una fábrica de cementos que incinera incluso residuos peligrosos”.

En su petición a Bruselas el colectivo ecologista solicita una actuación inmediata que trate de corregir la emisión de gases que generan este problema de contaminación que puede dañar la salud de las personas y también a la vegetación, tanto de bosques y zonas rurales, como a los cultivos. En estos últimos la presencia de niveles elevados de ozono puede provocar una pérdida de productividad en los rendimientos agrícolas de hasta un 20 por ciento.