SOS Desaparecidos atendió más de 2.000 casos durante el año pasado

Hace nueve años, Joaquín Amills sufrió la pérdida de su hijo, Joaquín Fernández, de 23 años, en Carboneras. Corría septiembre de 2008 y aún hoy sigue sin aparecer. Su caso es uno de ese 8% de desaparecidos que queda sin resolver en España cada año. Por ello, dos años más tarde, en 2010, el exportavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento carbonero fundó la asociación SOS Desaparecidos “para prestar ayuda, en la medida de lo posible, a las familias que se ven en una situación como la que viví”, explica. A través de su trabajo dirigiendo la asociación ha encontrado “la forma de tener a mi hijo presente cada día”, reconoce Amills.

Su experiencia personal le hizo ver “los grandes fallos que se cometían en casos de desaparición” y “la soledad de las familias”. “Nadie está preparado para algo así”, admite. 

SOS Desaparecidos es hoy, poco más de siete años después de su fundación, la asociación más importante de España para la difusión de alertas nacionales e internacionales de desapariciones, apoyo psicológico y judicial a las familias o para el fomenta de la colaboración con unidades de búsqueda y rescate.

Durante el pasado año, la asociación atendió un total de 2.061 casos, de los cuales se activó la alerta y se difundieron 688, lo que supone un 82% más respecto al 2015. De ellos, fueron localizados en buen estado 451, sin vida 143 y a final del año seguían desaparecidas 94 personas.

Casos sin resolver
Uno de estos casos sin cerrar en la provincia es el de Lucía, una mujer de 78 años con Alzheimer que desapareció en la pedanía del Royo Morera, en la sierra de Turre, en octubre del pasado año.  O el de Manuel, que fue visto por última vez en la Bola Azul. Más recientemente también desapareció otro anciano, Francisco, de 67 años, en Níjar. El dispositivo de búsqueda también concluyó sin resultados.

En lo que va de 2017, SOS Desaparecidos ya ha atendido más de 1.000 casos, activando 425 alertas y ayudando a encontrar 21 personas a través de la difusión. Y es que, gracias  a Facebook, Twitter, grupos de WhatsApp y el correo electrónico, en 2016 la asociación superó las 68 millones de difusiones de alertas.

Actualmente permanecen activas un total de 10 alertas en la provincia de Almería.

Primeras horas
En un caso de desaparición las primeras horas son decisivas, ya que permiten extremar las medidas para encontrar a la persona  desaparecida. Entre otras cosas, porque es posible que aún este cerca del hogar o lugar de la desaparición, sobre todo en los casos de niños y personas mayores y al mismo tiempo se va a poder asegurar pruebas, obtener testimonios recientes, etc. “Ya no hay que esperar 48 ni 24 horas para denunciar una desaparición”, indica el presidente de la asociación. 

Amills subraya la importancia de que los Ayuntamientos convoquen la Junta Local de Seguridad de forma inmediata cuando hay un desaparecido para coordinar a los diferentes operativos. Hemos firmado convenios con varios Consistorios, pero por desgracia aún ninguno de Almería. “Una de mis mayores decepciones ha sido no haber podido hacerlo con Carboneras”, admite. 

Y es que para el presidente de SOS Desaparecidos “falta más involucración en el ámbito local, sobre todo para hacer trabajo de prevención, que es muy importante”. No obstante, la asociación agradece que el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, “esté volcado con la causa”. Desde 2016 se ha avanzado mucho, con la creación del Centro Nacional de Desaparecidos.

14.000 desaparecidos
Según los datos que maneja la asociación, actualmente hay unas 14.000 personas desaparecidas en España sin resolver. “Cada día desaparecen en nuestro país cuatro personas de las cuales jamás volvemos a saber de ellas. Es como si la tierra se los hubiera tragado”, indican.

Un sector de riesgo son los mayores de 70 años, habitualmente personas con enfermedades como Alzheimer o demencia senil. Con la crisis económica, el número de desaparecidos de este segmento ha aumentado -según los datos de la asociación-, por posibles causas como el cierre de centros de día, o la falta de recursos para contratar cuidadores. Para  Amills, una solución sería dotar a los mayores en situación de riesgo de geolocalizadores, que pueden tener un coste de menos de 200 euros y podrían salvar muchas vidas. 

Casos mediáticos
Para la difusión de las desapariciones y la labor que se realiza desde la asociación de apoyo a las familias son muy importantes los medios de comunicación. “Siempre existen los llamados casos mediáticos, como el de Yéremi Vargas, Sara Morales o Diana Quer”, explica Amills. Lejos de ver la parte negativa de dicha mediatización, para el presidente de SOS Desaparecidos “esto ayuda a que se hable de las búsquedas, de la necesidad de aumentar los medios para esta labor, de las dificultades de las familias”. Por ello, recientemente han premiado al programa ‘Espejo Público’ de Antena 3 por su labor de divulgación. 

A pesar del paso del tiempo, para Joaquín Amills y tantas miles de personas, cada día es una nueva lucha contra el dolor de la ausencia.

La madre de Diana Quer, en el equipo
Hace unos días SOS Desaparecidos anunció la incorporación de Diana Cristina López-Pinel, madre de Diana Quer, como encargada de transmitir los valores de la entidad ante diferentes instituciones públicas y privadas. Tienen un equipo de 25 personas, que trabajan  en 15 comunidades autónomas y en 4 países europeos (Bélgica, Francia, Portugal y Suiza).

“La mayoría somos familias de desaparecidos. Nos sirve para convertir el dolor en una lucha”, explica el presidente, Joaquín Amills. La asociación tiene un presupuesto cero, ya que carece de ingresos, y no aceptan donaciones ni subvenciones. “El dinero del Estado debe ir a dotar mejor a las Fuerzas de Seguridad y atender a las familias”.