La Alpujarra: un respiro rural lleno de planes emocionantes

La Alpujarra es una comarca que acoge e invita al acogimiento. Durante siglos, los pequeños y blancos pueblos que forman esta región que se extiende por Sierra Nevada entre las provincias de Almería y Granada han recibido a escritores, pintores, músicos y poetas pero también a personas anónimas en busca de otras maneras de vivir. 

Así, poco a poco y a lo largo de los siglos, la Alpujarra ha ido definiendo las estructuras de sus pueblos, de clara influencia árabe, así como unas tradiciones, cultura y gastronomía propias y completamente genuinas. Precisamente, es esa identidad propia de los pueblos de la Alpujarra lo que se ha convertido en uno de sus principales atractivos turísticos. 

En ellos el tiempo parece fluir más lento y mejor, permitiendo a los cada vez más visitantes que llegan a ella adentrarse en la vida de sus gentes, en su historia, en sus tradiciones y, por supuesto, en su incomparable entorno natural. Para ellos, para quienes apuestan por ‘perderse’ en la Alpujarra, existe un enorme abanico de opciones bien distintas pero igual de perfectas pasar los días y las noches. No en vano, los vecinos de esta comarca han sabido apostar por el turismo y crear alojamientos en prácticamente la totalidad de los pueblos en los que, independientemente de su tipología, se respira un genuino aire alpujarreño.  

Ya sea en pareja, en familia o en grupo, cualquier visitante encuentra en alguno de los pueblos de la Alpujarra el lugar idóneo para descansar dada la amplia oferta de casas rurales, campings y hoteles disponibles durante los doce meses del año.

Quienes buscan emociones, aventuras y estar en contacto con la naturaleza, encuentran en la Alpujarra casas rurales, cortijos o zonas de acampada donde descansar y disfrutar alejados del ruido y perfectamente situados para que los desplazamientos sean lo más cortos posibles.

También se encuentran casas para dar cobijo a grandes grupos de familiares o amigos que deciden, simplemente, retirarse durante unos días a alguno de los pueblos de la zona para disfrutar de su gastronomía o de alguno de los eventos culturales que llenan la agenda de la Alpujarra durante todo el año. 

Perfectamente acondicionadas, las casas rurales ofrecen todos los servicios necesarios a los turistas, independientemente de si se encuentran ubicadas en los núcleos de población o alejadas de estos. A estos alojamientos rurales se unen, cómo no, hoteles y complejos hoteleros existentes en diferentes municipios alpujarreños y que ofrecen al visitante lo mejor de los dos mundos: la tranquilidad del turismo rural en el más estricto sentido de la palabra, y el confort que solo se encuentra en los mejores establecimientos.

Aunque, independientemente del tipo de alojamiento que se busque, en todos ellos  el visitante se encuentra ‘en casa’ gracias a la hospitalidad de las gentes de la Alpujarra y la profesionalidad que demuestran a la hora de recibir a sus huéspedes. 

Prueba de ello es el hecho de que durante todo el año los alojamientos se mantienen altamente ocupados, aunque es durante los meses de frío cuando más personas buscan el calor que solo un pueblo alpujarreño sabe ofrecer.

Eso sí, nada tienen que envidiar los meses de verano al resto del año en la Alpujarra ya que es en este periodo cuando los pueblos se llenan de vida y actividad. De hecho, cada fin de semana llega una nueva oportunidad de disfrutar de la tradición y cultura alpujarreñas gracias a las múltiples actividades lúdicas, culturales y festivas que se organizan en alguno de los pueblos que la forman.

Un crecimiento, el de la comarca de la Alpujarra, que no sería posible sin el apoyo de empresas como Aceites de Alcolea, Merengues de Canjáyar, La Bodega de Canjáyar, Tango Moda, Folder, Hoteles Villas de Andalucía de Laujar de Andarax, Festival de Música Tradicional de la Alpujarra, Mesón La Fabriquilla, Fito Alhama, Ayuntamiento de Fondón, Cristalería Mari Nieves, Restaurante La Tahá, Ayuntamiento de Almócita, Calzados Hita, Alto Alpujarra, Restaurante La Curva o Mesón La Alpujarra.