El obispo ‘estira’ las responsabilidades de casi una veintena de sacerdotes de la provincia

Se acerca el inicio del curso, también del curso pastoral, y el obispo de Almería, Adolfo González Montes, acaba de anunciar, como todos los años, cuáles serán los cambios y ajustes en el ámbito de los ‘recursos humanos’ para atender de la forma más eficiente y eficaz las necesidades de las parroquias y templos con los que cuenta la diócesis. 

Una serie de nombramientos hechos públicos por el Obispado esta semana que, en esta ocasión, pasan de largo de los grandes núcleos de población, donde apenas hay cambios, y se centran en las pedanías y pequeñas poblaciones. 

De hecho, el único cambio en Almería capital ha sido el nombramiento de Jesús Tortosa como párroco de San Luis Gonzaga, después de que quien atendiera esta parroquia durante décadas, José Antonio Felices, falleciera el pasado mayo.

Cambios en cadena
El traslado de Tortosa a la capital conlleva otro de los nombramientos: el de José Fausto Martín Mancebo como párroco de Nuestra Señora de las Angustias de Viator y administrador parroquial de la parroquia de Santa María de Rioja. 

También en el ámbito metropolitano el obispo ha nombrado a Miguel Sánchez Alba como administrador parroquial de Nuestra Señora del Mar, de Cabo de Gata y parroquias de Pujaire y Ruescas; y a Juan Sánchez Miranda como administrador parroquial de Santa María del Retamar.

Vicaría de zona
El otro cambio reseñable se da en el Levante, aunque no referido a una parroquia concreta sino en la responsabilidad de la Vicaría de zona, que incluye también el norte de la provincia y que ha recaído en el joven párroco de Vera, Carlos María Fortes, quien toma el testigo de Francisco Ruiz Fornieles, quien el curso pasado se hizo cargo de la parroquia de San Pio X en Almería. En la misma zona, Javier Ruiz Pérez ha sido nombrado párroco de la parroquia de la Encarnación de Vélez Rubio y administrador parroquial  de San Antonio de Pádua de El Contador. 

Por su parte, en el otro lado de la provincia, Antonio Cobo Cobo, párroco de Adra, añade a sus cargos pastorales la administración parroquial de las parroquias del Santo Ángel Custodio de Darrical y del Santísimo Cristo del Consuelo de Lucainena de Darrical.

En el Poniente
Los sacerdotes del Poniente se han tenido que hacer cargo también de la parroquia de San Agustín de El Ejido, tras la vuelta del anterior a la diócesis de Toledo a la que pertenecía. En este caso será Alejandro Moreno el nuevo párroco, además de conservar sus cargos actuales. 

Y es que ésta es una de las constantes en los nombramientos de este curso, la “ampliación” de las responsabilidades parroquiales de muchos de los sacerdotes de la provincia, que cubren jubilaciones y fallecimientos, en una diócesis que sigue creciendo, al contrario que otras españolas, y en la que sin duda faltan sacerdotes pero no capacidad de trabajo del clero, que en casi todos los casos simultanea varios cargos o parroquias.

La 'otra' lista
Se puede comprobar en la ‘otra’ lista de nombramientos realizados a finales de julio, en este caso de cargos dentro del Obispado, como el vicario de Levante, además de la dirección del Instituto de Ciencias Religiosas, a cargo ahora de un diácono permanente, así como la renovación de los cargos del Tribunal Eclesiástico con pocos cambios: Eduardo Muñoz continúa como defensor del vínculo y los jueces son José Rodríguez Bonilla, Eduardo Muñoz, Jaime Palacios y Antonio Mata, también juez instructor.