El efecto llamada en los espacios naturales genera preocupación

A mediados de la semana pasada se daba a conocer que la playa de Los Muertos, en el municipio de Carboneras, ha sido elegida por tercer año consecutivo como la ‘Mejor Playa de España’ a través de una votación realizada por el diario ‘20minutos’ en su página web.

Una gran noticia que pone en valor la calidad y apreciación que recibe el litoral almeriense, en este caso el carbonero, por parte de locales y visitantes que, a su vez, ha despertado orgullo y preocupación entre el público almeriense por el posible ‘efecto reclamo’.

Orgullo y ‘perjuicio’
En este sentido, muchos han sido los que han compartido la noticia en redes sociales con el fin de mostrar a todos sus amigos y conocidos, especialmente los que no residen en Almería, que la provincia cuenta con espacios naturales envidiables.

Un gesto de satisfacción que, con solo pulsar un botón, se convierte en una promoción y publicidad para la costa almeriense que da pie a posibles nuevos visitantes en un futuro no muy lejano. Un hecho que muchos verían como beneficioso para la provincia, donde el turismo es uno de los principales sectores económicos; pero que otros ven como un atentado contra el entorno.

“¡Un poco menos de publicidad por favor! Nos vamos a cargar esta maravilla”; “dejad las playas almerienses en paz, las estáis convirtiendo en un estercolero”; o “en poco tiempo se llevará el distintivo a la más masificada” son algunos de los comentarios que LA VOZ DE ALMERÍA ha recopilado en su perfil de Facebook relativos al título que ostenta la playa de Los Muertos.

Comentarios en redes sociales donde sus autores ven en peligro la sostenibilidad de los espacios naturales de la provincia. Preocupaciones que, con otras palabras, repiten las mismas premisas reflejadas en otras publicaciones referentes al éxito turístico que tienen en los meses de verano las playas de la provincia; especialmente las que se encuentran en el Levante almeriense y el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar.

“Ojalá volviéramos atrás unos cuantos años cuando apenas se conocía y podía uno veranear tranquilamente. Lo peor que le está pasando a Cabo de Gata es la publicidad que se le está dando”, podía leerse hace un año en el Facebook de LA VOZ en otra noticia.

Turismo sostenible
Por supuesto, conservar los espacios naturales de la provincia es tarea de las administraciones públicas, así como de los propios habitantes y turistas. Es por ello que, en declaraciones a este diario, Javier Aureliano García, responsable del Servicio Provincial de Turismo de Diputación, asegura que “no queremos el turismo que va a Málaga, ni queremos ser Alicante, Benidorm o Barcelona”, donde la masificación en las playas es evidente. La idea, señala, es que lleguen “suficientes turistas para que puedan ser atendidos con calidad pero respetando la provincia; un turismo sostenible”.
Asimismo, Salvador Hernández, alcalde de Carboneras, ha señalado que aunque ha habido un gran aumento de turistas en los últimos años, “con casi 2 kilómetros de longitud, es muy difícil sentir la sensación de masificación” en la playa de Los Muertos.

Más legislación para evitar el caos y tensiones con los turistas
En zonas de costa como Almería, la época estival supone un momento del año en el que la población de los municipios bañados por el Mediterráneo se incrementa considerablemente, bien por la vuelta al hogar de aquellos que se marcharon a trabajar fuera o bien por los visitantes que llegan atraídos por los encantos locales.

Una situación que puede generar un cambio considerable en el día a día de la localidad y su entorno y que, en ocasiones, requiere de cierta regulación para garantizar que todo el mundo disfrute del verano.

En este sentido, son múltiples las zonas que han visto necesario crear legislaciones específicas para situaciones que se repiten verano tras verano. Un claro ejemplo sería el caso de Mojácar, que en 2015 su alcaldesa, Rosa María Cano, anunciaba la creación de una ordenanza con la que regular las despedidas de soltero en el municipio para evitar así convertirse en otra ‘Magaluf’.

Medida creada para evitar excesos y actos incívicos en el municipio que estaría en consonancia con la existente en las playas de Mónsul y Los Genoveses; donde el acceso de vehículos a sendas playas cuenta con un aforo limitado.

El principal motivo es evitar la masificación en la zona, aunque su alternativa, el acceso en un autobús de pago, genera el descontento entre algunos pues hay quien opina que “debería haber un carnet para los almerienses” y “los que vengan de fuera que paguen”.

Pero, a pesar de crear medidas para preservar los espacios naturales, no siempre se cumplen pues la acampada en la Cala de San Pedro está prohibida y aún así, este año, se han puesto más de 175 denuncias.