Mojácar es un ejemplo de convivencia entre diferentes culturas desde hace siglos. Ya durante la época de los reinos andalusíes, el municipio acogió en sus barrios a musulmanes, cristianos y judíos que, dejando de lado sus diferencias religiosas, convivían en perfecta aromonía. Hoy, más de medio milenio después, el pueblo de las casas blancas sigue siendo un crisol de culturas.
Una de las más evidentes pruebas de la enorme variedad de nacionalidades que habitan en Mojácar puede encontrarse en su colegio, el CEIP Bartolomé Flores. En él, este curso 2017-18 se encuentran matriculados más de 360 escolares con edades comprendidas entre los 3 y 11 años, con orígenes familiares en más de 28 países diferentes.
Se puede decir que hay niños de los cinco continentes, distintas religiones, culturas y tradiciones. Algunos de ellos han acudido este lunes al inicio de las clases sin conocer prácticamente el idioma.
Apoyo lingüístico
El desconocimiento del idioma confiere una dificultad añadida a la tarea de los profesores, por lo que las aulas especializadas de apoyo aquí toma una especial importancia.
El programa ATAL, Aula Temprana de Adaptación Lingüística, acoge de manera especial a los nuevos integrantes de la escuela y les ofrece una ayuda extra que se combina con otro programa, PROA, que también sirve de apoyo y orientación de manera gratuita a todos los alumnos que lo necesiten, sea cual fuere su nacionalidad.
En medio de esta pequeña ‘Torre de Babel’, la vida escolar transcurre con absoluta normalidad, tal y como reconocen los profesionales del colegio, donde destacan “una gran solidaridad para integrar a los nuevos”.
La presencia de alumnos de diferentes nacionalidades ha sido siempre habitual en Mojácar. Desde que abriera sus puertas en 1981, la población estudiantil del colegio Bartolomé Flores ha estado marcada por el establecimiento en la localidad de muchas familias llegadas desde distintos puntos.
No obstante, el aumento de diferentes nacionalidades ha ido ampliándose a lo largo de los últimos años hasta convertirse en una peculiaridad de la escuela que, tal y como reconocen los miembros del colegio, enriquece tanto a alumnos como a profesores.
Francés, tercer idioma
Por lo demás, el Colegio Bartolomé Flores continúa con sus continuas mejoras. Por asegundo año consecutivo el centro ha ampliado las clases en las que se imparte Francés como tercer idioma lectivo. Asimismo, se han ampliado las actividades extraescolares que ofrece el colegio a sus alumnos y también las clases de apoyo.
Por otra parte, una estrecha colaboración del Ayuntamiento de Mojácar con la AMPA ‘El Jalí’ ha hecho posible el buen funcionamiento del centro y de sus actividades, así como la reducción del absentismo escolar, que se va eliminando paulatinamente gracias al control y seguimiento que realizan ambos, junto con un miembros especializados de la Policía Local.
Los servicios complementarios como el autobús escolar o el comedor ya están también en funcionamiento en el inicio de este curso.
Consulte el artículo online actualizado en nuestra página web:
https://www.lavozdealmeria.com/noticia/3/provincia/137660/ninos-de-28-nacionalidades-conviven-en-el-colegio-bartolome-flores