Albox, el eterno tablero de ajedrez

El pueblo de Albox ha estado acostumbrado a las negociaciones políticas y a pactos que, hasta su rúbrica, parecían imposibles. Ocurrió décadas atrás con acuerdos que unieron en el mismo gobierno al exalcaldes populares y a candidatos de Izquierda Unida o, más tarde, al PP con el Partido Andalucista o el GIAL.

Con la llegada del PSOE a la Alcaldía en 2007 logrando tres mayorías absolutas consecutivas (la última fue la de 2015 tras la del año 2011) los pactos de gobierno y los rumores sobre negociaciones entre representantes de diferentes formaciones parecían cosa del pasado. Hasta ahora. Hace un año, el paso de una concejal socialista al grupo de no adscritos obligó de nuevo a que las negociaciones marcasen el futuro político de Albox, ya que el PSOE se quedó sin mayoría absoluta. 

Fue entonces, en agosto de 2016, cuando el PSOE y Cilus alcanzaron un acuerdo que hacía alcalde a Francisco Torrecillas con el voto de los ediles socialistas. 

Nueva negociación
Hace una semana, la rotura del pacto de gobierno entre PSOE y Cilus hecha pública por el Partido Socialista ha obligado de nuevo a los grupos políticos a tantearse entre ellos para estudiar posibles vías de gobierno para lo que resta de una legislatura. Las negociaciones ya han comenzado.

Fueron precisamente los ediles socialistas que renunciaron a sus responsabilidades de gobierno los que anticiparon en el mismo comunicado en el que firmaban su renuncia que “seguiremos trabajando” por “hacer todo lo posible por garantizar la estabilidad” del municipio.

Una escueta declaración de intenciones que fue respondida pocas horas después por el escrito en el que el alcalde aseguraba que las puertas seguían abiertas para que los concejales que presentaron su renuncia volvieran “libremente” si así lo consideraban. Una semana después, las posibilidades de gobierno o para un pacto de legislatura parecen reducirse a tres para fuentes del Partido Socialista. Un pacto de legislatura con puntos en común con el PP que permita un alcalde socialista (sería el cuarto alcalde del municipio esta legislatura); un acuerdo de gobierno entre el alcalde (Cilus) y el Partido Popular o un gobierno en minoría del actual alcalde que tenga que ganarse el apoyo en los plenos para las iniciativas municipales que allí se debatan, por lo que las conversaciones entre los grupos ya están en marcha.

Puertas abiertas
Otro de los tres actores involucrados, el alcalde Francisco Torrecillas, ha reiterado que  siguen las “puertas abiertas” para los concejales que quieran formar parte del Gobierno municipal. De no ser así, llama a la “responsabilidad para con su municipio” de cada concejal y formación política a la hora de aprobar las cuestiones “de importancia” para la localidad y no se bloquee “el avance del municipio”. Otro de los actores imprescindibles en esta negociación, el Partido Popular, habló días atrás por medio de su portavoz, Juan Pedro Pérez. 

Éste mostró su disposición al diálogo para garantizar la “estabilidad” y la “gobernabilidad” en la localidad y aseguró que el Grupo Popular albojense tiende la mano al diálogo” aunque no a cualquier precio. Pérez advirtió que su partido “no va a pagar los platos rotos del PSOE” tras los anteriores pactos. Una situación endiablada que deja en el aire el futuro político inminente del municipio.

Episodios de una legislatura atípica
Los movimientos políticos extraordinarios en Albox más allá de los habituales con motivo de unas elecciones municipales comenzaron precisamente poco después de los comicios locales de 2015. Tras la victoria del PSOE por mayoría absoluta, la condena de inhabilitación contra el candidato socialista a la Alcaldía, Rogelio Mena, hizo que el partido exigiese su renuncia. Como respuesta, Mena y los concejales socialistas abandonaron la formación para formar el grupo denominado Socialistas Albojenses e investir así a Mena como alcalde.

Tras la sentencia firme meses después, Sonia Cerdán ocupó la Alcaldía, aunque el nombramiento fue anulado por el TSJA por el paso anterior, al formar parte de un grupo distinto por el que se presentó en las elecciones. Tras esto, el paso de una concejala socialista al grupo de no adscritos, hizo que el PSOE perdiera la mayoría de cara a la siguiente investidura, lo que dio paso al pacto con Cilus en 2016.