Desde el año 2012, la población que reside en España se ha ido reduciendo lenta, pero inexorablemente. Además, en caso de mantenerse las tendencias demográficas actuales, en los 15 próximos años, España perdería más de medio millón de habitantes (un 1,2% respecto a 2016), lo que situaría su población en 45,9 millones de personas en 2031.
Según estos datos, que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) dentro de las llamadas proyecciones de población, también perdería habitantes, aunque en menor proporción, la Comunidad andaluza, que en 2031 tendría un 0,2% menos.
A contracorriente
Con una tendencia contraria se encuentra la provincia de Almería, una de las pocas que mantiene un crecimiento constante hasta el año 31. Así, según la proyección realizada por el INE, ese año Almería alcanzaría los 738.945 habitantes; o lo que es lo mismo, un 6,2% más que la registrada en enero de 2016 y un 5,5% más que en la misma fecha de 2017.
En el caso de Andalucía, solo Málaga mantendría también un crecimiento continuado a lo largo de los próximos 13 años, de forma que en 2031 superará los 1,7 millones de habitantes. La curva de crecimiento prevista para Málaga es más enérgica que la de Almería, registrando un crecimiento del 6,6% respecto a 2016 y del 6,5% si se compara con 2017.
Según el INE, las otras seis provincias andaluzas, llegarán al año 2031 con menos población que la que tienen actualmente. A la cabeza de esta pérdida de habitantes, se situaría Jaén, que dentro de 13 años tendrá un 9,5% menos de residentes en la provincia. Le siguen Córdoba, con una reducción del 5,6% y Cádiz, con un 2,6% menos.
Mucho más contenida es la merma de población que, de seguir así la curva demográfica, tendrán las provincias de Granada, con un 1,6% menos y las de Huelva y Sevilla, ambas con un 0,5% de reducción en el número de habitantes residentes.
Saldo negativo
En cuanto a los motivos que llevarían a la reducción de la población residente en el conjunto de España, los principales son el progresivo aumento de las defunciones y la disminución de los nacimientos, lo que produciría un saldo vegetativo negativo en todos los años de la proyección que ha realizado el INE.Un saldo que no se vería compensado con el saldo migratorio, que a pesar de ser positivo; es decir, que llegarían más extranjeros que españoles se marcharían fuera, no es suficiente para compensar la reducción de habitantes por las muertes y la falta de nacimientos.
En el caso de Almería, aunque también se prevé un descenso de nacimientos y un incremento de defunciones, el saldo migratorio, con un fuerte descenso en el número de residentes en la provincia que se marcharán a vivir al extranjero o a otro lugar de España, junto a una cifra de inmigrantes provenientes de otros países que se mantendría más so menos constante, permitiría el incremento total del número de personas que, previsiblemente, residirán en el año 2031 en Almería.
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