La alarma en el Almanzora por la falta de lluvias y la situación de los embalses que tiene en jaque a los agricultores de esta comarca puede ir más allá del campo y extenderse en los próximos días a casi 20.000 vecinos de este valle almeriense.
El cierre del trasvase del Negratín para riego desde el pasado mes de septiembre debido al descenso del agua de los embalses está próximo a afectar también al agua para consumo humano que proviene de la misma infraestructura hídrica. En concreto, son las poblaciones de Albox y Olula del Río las que actualmente se abastecen del Negratín por medio de la conducción perteneciente a Aguas del Almanzora, ofreciendo a sus vecinos un bien líquido potable y de calidad.
Aviso reciente
Sin embargo, las alertas se han encendido hace escasos días, cuando Aguas del Almanzora ha advertido a la empresa operadora del agua en estos municipios que en breves días se dejará de abastecer a estas localidades por la falta de agua.
Debido a las últimas advertencias, la empresa operadora del agua ya está trabajando con las localidades para la puesta en marcha de las instalaciones que anteriormente abastecían a los municipios “para garantizar el suministro a los ciudadanos y ofrecer el mejor servicio posible” pese a que, de cumplirse los pronósticos de Aguas del Almanzora, propietaria del trasvase, el agua dejaría de ser apta para consumo humano.
Esta situación ha cogido por sorpresa a ambas localidades debido a que en el anuncio sobre el corte de agua proveniente del embalse se especificaba que afectaría sólo a la destinada a explotaciones agrícolas. Si bien es cierto que el trasvase es propiedad de Aguas del Almanzora, en los casos de Albox y Olula, el bien líquido que circula por su conducción se destina al consumo humano.
La situación también sorprende ya que según los datos de la propia web de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir,el embalse dispone actualmente de más de 200 hectómetros cúbicos de agua, mientras que el consumo anual entre los dos municipios requiere 1,2 hectómetros cúbicos, sin llegar ni tan siquiera al 0,5% del volumen del Negratín. Es decir, con el agua que acumula el embalse ahora mismo, estos municipios se podrían abastecer durante más de 100 años.
Sin explicación
La empresa operadora no ha sido el único ente que ha acusado la falta de comunicación por parte de las administraciones públicas responsables de la gestión del agua, en este caso la Junta de Andalucía y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Tampoco las entidades locales, los ayuntamientos, han sido notificados por parte de la Administración andaluza con el tiempo suficiente de la grave situación que se aproxima.
De esta manera, ningún organismo responsable de la gestión del agua y los embalses como la Junta o la propia Confederación Hidrográfica del Guadalquivir se han puesto en contacto con las administraciones afectadas, por lo que no se han podido coordinar las medidas necesarias para garantizar a la población el abastecimiento de agua apta para el consumo. Ahora, casi 20.000 personas esperan, aunque tardía, unasolución a esta situación.
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