El Gobierno tarda un año en responder sobre los residuos de Palomares

El Gobierno español ha tardado casi un año (desde el 27 de febrero de 2017) en responder a una pregunta parlamentaria de la diputada de Unidos Podemos Eva García Semepere sobre la descontaminación de Palomares. La coordinadora Federal del Área de Medio Ambiente en Izquierda Unida planteó por escrito al Parlamento cuatro preguntas en relación a la contrapuesta del Departamento de Energía de EEUU (DOE), para la restauración radiológica de los terrenos afectados de Palomares por el accidente nuclear de 1966.

En una escueta respuesta, con fecha 11 de enero, el Gobierno señala que el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), organismo del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, “ha mantenido con el Departamento de Energía de los Estados Unidos una comunicación continua a lo largo de los 46 años transcurridos desde el accidente” —a pesar de que en la fecha de la respuesta faltaba menos de una semana para cumplirse 52 años del accidente—.

Asimismo, el Ejecutivo de Rajoy explica que  en el periodo 2005-2011 “estas relaciones cobraron una especial relevancia, destacando el apoyo científico y técnico del DOE al Ciemat en la ejecución del Plan de Investigación”. En 2010 y 2011 se celebraron diversas reuniones en España y Estados Unidos entre expertos de ambos países para analizar el plan de rehabilitación y “se han mantenido contactos al más alto nivel para buscar una solución que considere los aspectos técnicos de la restauración, incluida la gestión de los residuos radiactivos resultantes de su ejecución”, apunta.

Sin respuestas
No obstante, en la respuesta gubernamental, de apenas 12 líneas, no se responde concretamente a ninguna de las preguntas planteadas por la diputada de Unidos Podemos sobre la descontaminación. En su escrito de febrero de 2017, García Sempere cuestionaba al Gobierno si la contaminación remanente que prevé el acuerdo con EEUU en la zona de Sierra Almagrera obligaría a permanecer el vallado de 20 hectáreas de terreno; si el Gobierno acepta en su totalidad la contrapropuesta norteamericana de 2015 para la descontaminación de la zona; por qué motivo no se ha hecho público el contenido de dicho documento, en aras a la transparencia; y cómo afectaría dicho plan a los vecinos de Palomares y Villaricos.Todas estas preguntas no han tenido respuesta oficial.