Una mañana entre zumo y papaviejos

Una cita imprescindible. En eso se ha convertido el Día de la Naranja de Gádor en sus seis años de vida. Desde primera hora de la que fue una estupenda mañana de domingo -climatológicamente hablando- las calles de la Villa de Gádor comenzaban a recibir a las miles de personas que cada año visitan el pueblo para disfrutar de esta jornada que une tradición, gastronomía, ocio y, por supuesto, diversión.

Pero nada sería el Día de la Naranja sin las decenas de gadorenses que, de manera voluntaria, se vuelcan en la organización de esta fiesta. “Estamos trabajando desde las seis y media de la mañana”, comenta Carmen Mari Barón una de las vecinas dedicadas a la preparación de los diez mil deliciosos papaviejos de naranja que solo este día se reparten entre los visitantes.

Como ellas, otro grupo de voluntarias, coordinadas por la bibliotecaria del municipio, Ramona Polo, han elaborado miles de simpáticos prendedores en forma de naranja que vecinos y visitantes lucen durante este día en sus solapas. Un recuerdo perfecto del día más naranja del año.

Fuente de zumo Por supuesto, en la gran fiesta de Gádor no puede faltar su gigantesca fuente de zumo de naranja de la que durante la mañana de ayer emanaron 6.000 litros para repartirlos -siempre de forma gratuita- entre los miles de asistentes que disfrutaron de esta bebida, sinónimo de salud, mientras bailaban al ritmo de los pequeños grandes músicos de Big Bandarax.

Y así, entre zumos y papaviejos, gadorenses y visitantes participaban y disfrutaban de las actividades organizadas para esta fiesta: tren turístico, mercado de productos tradicionales, exposiciones, conciertos, atracciones hinchables para los ‘peques’... Ayer en Gádor todo era posible.

Aunque el Día de la Naranja va más allá de su interés turístico para el pueblo de Gádor y el resto de la comarca del Bajo Andarax. Como recordó la alcaldesa de la Villa, Lourdes Ramos, esta celebración “nació para apoyar el producto estrella del municipio y para tratar de revitalizar la economía local”. No en vano, la agricultura permite vivir a cientos de familias gadorenses.

Naranja de Oro Una de ellas es la del joven agricultor al que este año se ha otorgado la Naranja de Oro. Jesús Guirado es un padre de familia numerosa que, como puso de manifiesto Ramos representa el “relevo generacional que necesita la agricultura” y prueba que “aún se puede vivir de la vega de naranjos”. 

“Agradezco a Lourdes Ramos que se acuerde de mi”, dijo el premiado de este año quien recogió su galardón remarcando que simplemente eligió “una profesión humilde para ganarme la vida honradamente”.

Cerró el acto institucional de la mañana el vicepresidente de Diputación, Javier Aureliano García, para quien “esta iniciativa pone en valor la idiosincrasia del pueblo” y reconoce “el trabajo de varias generaciones dedicadas a la naranja”.