El Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS), unidad encargada de la búsqueda y rescate de personas en el medio acuático, suspendió, alrededor de las cuatro y media de la tarde de ayer el rastreo en la EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales) ‘Las Agüillas’, situada en el Barranco de las Águilas, al no encontrar indicios que ofrezcan luz sobre el paradero de Gabriel Cruz, desaparecido en Las Hortichuelas Bajas hoy hace seis días. Los buzos comenzaron las labores de drenaje de los depósitos de la planta depuradora sobre las ocho de la mañana y finalizaron infructuosamente los trabajos ocho horas más tarde, cuando comprobaron que no había rastro del menor en la balsa.
El dispositivo de búsqueda se centró ayer en el entorno donde, el sábado por la tarde, un grupo del que formaba parte el padre del chico desaparecido, su actual pareja y varias personas más, encontró una camiseta infantil de manga corta “con dibujitos” que analizan desde entonces en el laboratorio central de Madrid los expertos del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil.
Los forenses tratan de averiguar si hay coincidencia entre los restos biológicos hallados en la prenda y el ADN del niño. Al cierre de esta edición aún no se conocían estos resultados. El hallazgo provocó que la Guardia Civil perimetrara de inmediato una amplia franja de terreno para evitar la contaminación de posibles pruebas y centrara los esfuerzos de las unidades más especializadas del cuerpo en el rastreo de la zona.
Camiseta seca
Uno de los aspectos que más llamó la atención de los investigadores fue que la camiseta de niño encontrada cerca de la planta depuradora estaba completamente seca, en lugar de mojada o húmeda como correspondería a una prenda a la intemperie tras un día de intensa lluvia.
La camiseta la encontró Ana, la novia del padre del niño, que la halló sobre unas chumberas en un terraplén situado junto al camino que va a la Cala San Pedro desde Las Negras, a la altura de la planta depuradora. Según contó a los agentes, al ver la camiseta, se lanzó a recogerla tras advertir al padre del niño, Ángel Cruz. El nerviosismo que generó el hallazgo fue tal que se llegó a afirmar que también había aparecido la sudadera roja que vestía Gabriel el día de su desaparición. En realidad, lo que se localizó fue el trozo de un bidón de plástico de color rojo.
Si el análisis de ADN determina que la camiseta es del menor, significaría que la prenda tendría que haberla dejado alguien que pasara muy poco antes que quien la encontró, es decir, una de las personas que participan en el rastreo. El hecho de que el operativo de la mañana pasara por la misma zona sin ver nada y se encontrara por la tarde, confirmaría la hipótesis de que la prenda fue depositada allí deliberadamente. Esta es, ahora, una de las líneas que mantiene abierta la investigación.
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