Olula del Río

Las últimas lluvias aseguran el agua potable de Olula y Albox a corto plazo

El embalse del Negratín recupera los niveles necesario para el suministro del bien líquido

Embalse del Negratín que nutre a los pueblos de Olula y Albox, en el Valle del Almanzora.
Embalse del Negratín que nutre a los pueblos de Olula y Albox, en el Valle del Almanzora. La Voz
Guillermo Mirón
18:13 • 08 mar. 2018

Los vecinos de Albox y de Olula del Río pueden respirar tranquilos. Al menos por el momento. El embalse del Negratín (de donde procede el agua apta para el consumo que llega a estos dos municipios del Valle del Almanzora) ha recuperado los niveles estipulados por la ley y que permiten volver a abrir el grifo para que el agua circule de nuevo por el trasvase que la conduce hasta estos dos pueblos.




Así lo han confirmado fuentes de la empresa operadora encargada de gestionar el suministro de agua en estas dos localidades. Las últimas lluvias han situado al Negratín en los 219,34 hectómetros cúbicos a fecha de ayer, mientras que el límite que marca el cierre del suministro cuando el agua acumulada es inferior se sitúa “en los 211 hectómetros cúbicos”. 




A la espera
Ahora, tanto los regantes como estas dos poblaciones se encuentran a la espera de que el Gobierno central vuelva a dar permiso para el uso del agua procedente del embalse del Negratín. A pesar de que el Ejecutivo aún no ha dado luz verde (algo que vienen reclamando insistentemente los agricultores durante los últimos días) la situación no ha llegado al extremo en estos dos pueblos, en los que el suministro de agua potable no ha sido finalmente interrumpido (recurriendo a otras fuentes) pese a que esta posibilidad estaba contemplada en el caso de que las precipitaciones de las últimas semanas no se hubieran producido.




Aún con la reciente lluvia y el embalse del Negratín recuperado -aunque en mínimos dentro de los permitido- para abastecer de agua el consumo humano y el riego (lo que permite que el suministro de agua para abastecimiento humano no corra peligro inminente) tanto la empresa como los dos ayuntamientos afectados no han aparcado del todo sus reivindicaciones y su preocupación. El reto se encuentra ahora en evitar que esta situación se vuelva a producir en un futuro no muy lejano.




El agua, cada vez más escasa y las consecuencias del cambio climático, hacen pensar que más pronto que tarde, el Negratín puede volver a encontrarse bajo los niveles de agua embalsada requeridos, volviendo a despertar la alarma entre la población por una posible ausencia de agua para el consumo humano.




Medidas con el tiempo necesario 
Una vez que la alerta se empieza a desvanecer, la prioridad es ahora que las administraciones competentes tomen las medidas necesarias para que una situación similar no vuelva a ocurrir. Tanto desde la empresa como desde los ayuntamientos implicados reclaman un protocolo de comunicación (no fueron notificados del posible corte hasta el último momento) ante una futura situación similar y sobre todo, que se tomen ahora las medidas necesarias para asegurar el agua de cara al abastecimiento humano.




“Hay aprender de los errores, prepararnos para este tiempo de sequía y hacer que todas las administraciones (Gobierno central y andaluz, Diputación y municipios) se sienten de una vez y dar un paso para que todo el mundo tenga agua de calidad sin batallas. En un bien importante y vital”, aseguraba recientemente el alcalde de Olula del Río, Antonio Martínez Pascual. Una vez recuperados los niveles mínimos, es tiempo de tomar medidas. 




Decreto de sequía: Iniciativas para asegurar el agua potable 
El decreto de sequía que se encuentra elaborando la Junta de Andalucía contemplaría el establecimiento de tres hectómetros cúbicos procedentes del Negratín para asegurar el consumo humano, aún cuando los niveles del embalse sean inferiores a los  estipulados actualmente para el riego. Los dos municipios almerienses que se abastecen de este embalse requieren anualmente 1,2 hectómetros cúbicos para el consumo humano de los 217 hectómetros que contiene ahora el Negratín, con una capacidad total de 567 hectómetros. Aún así, el descenso en el agua del embalse sigue siendo preocupante. Si hace diez años en estas mismas fechas disponía de 372 hectómetros cúbicos, el año pasado se situaba en 285 hectómetros, siendo la cifra de agua embalsada en esa misma semana de 2018 de 219 hectómetros.



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