El temporal de viento hunde dos barcos en el puerto

El fuerte temporal de viento que golpeó la comarca del Levante ayer provocó el hundimiento de dos embarcaciones de recreo en el puerto de Carboneras.

Aproximadamente a las 15:00 horas de ayer los usuarios de las instalaciones portuarias daban aviso a las Fuerzas de Seguridad al percatarse del hundimiento de una embarcación, de unos seis metros de eslora, en la zona del pantalán deportivo. 

El fortísimo viento de poniente, con rachas que llegaron a alcanzar los 92 Km/h según la información recogida por la estación de Aemet en Cabo de Gata, provocó el movimiento de los barcos que comenzaron a golpear unos con otros y contra el propio pantalán. Eso pudo hacer que la embarcación que acabó hundida se golpease contra las hélices de otra, abriéndose agujeros en la obra viva o carena, es decir, la superficie sumergible del barco.

Rápida actuación
Hasta el puerto se trasladaron inmediatamente voluntarios de Protección Civil con una embarcación, la Policía Portuaria y Guardia Civil, además de numerosos vecinos para ayudar a mover barcos e impedir mayores daños.

“Ha sido impresionante como se ha movilizado la gente para ayudar, aún poniendo en riesgo su integridad, ya que el viento era muy fuerte, movía mucho el pantalán y era casi imposible mantenerse en pie”, explica Francisco Hernández Benzal, presidente del Club Náutico Isla de San Andrés. “Teníamos que andar de cuclillas. Mucha gente fue tirada por el viento”.

Gracias a la rápida actuación de los presentes, entre 30 y 40 personas, se consiguió mover los barcos más pequeños, con mayor riesgo de sufrir daños. Con navajas, incluso, cortaron los cabos para impedir que los barcos siguieran golpeándose.

Aún así, no pudieron impedir que otro de los barcos cercanos al hundido anteriormente sufriera también importantes daños y acabara hundiéndose. “Hemos llamado de inmediato a todos los propietarios y se han personado en el puerto. Esperemos que los seguros puedan hacerse cargo de las pérdidas”, explica Hernández Benzal”.

A pesar del fuerte temporal y la dificultad de los trabajos realizados en el puerto, no hay que lamentar daños personales, solo materiales.