El Ayuntamiento de Turre llevará a Pleno en las próximas semanas el presupuesto de 2018 para debatir su aprobación. Un paso de vital importancia para acabar con el bloqueo que viene sufriendo la actividad municipal en los últimos meses, por la ausencia de partidas, por ejemplo, para llevar a cabo las infraestructuras previstas en los Planes Provinciales. No obstante, no se augura un camino de rosas para el equipo de gobierno que dirige la socialista María Isabel López.
En minoría
Tras la expulsión hace ya más de un año de María Luisa Cervantes de Somos Turre, y su posterior salida del equipo de gobierno, la gobernabilidad se ha truncado en un rompecabezas donde la voluntad de la edil no adscrita y de los cinco concejales del PP tiene mucho peso.
La alcaldesa necesita llegar a un acuerdo para tener presupuestos. Le valdría con la abstención de Cervantes para un empate a cinco y que su voto de calidad sea decisivo. Sin embargo, el pacto al que llegó en su día con Martín Morales para alcanzar la Alcaldía marcaba ciertas líneas rojas: respetar sus proyectos de Planes Provinciales (un parque junto al colegio, un albergue en Los Moralicos y la acera de la avenida de Almería). Pero, precisamente la negativa de Cervantes a aprobar dicha acera en la avenida fue el motivo de la expulsión de su partido, por lo que se antoja difícil que apoye unos presupuestos que contemplen una partida para realizar dicho proyecto.
Por su parte, el Partido Popular ha confirmado a LA VOZ que no aprobarán los presupuestos si no se destinan todas las anualidades de los Planes Provinciales pendientes para hacer un gran paseo en la avenida. “Gastarse 75.000 euros en lo que ellos plantean hacer, una acera provisional, sin servicios, es tirar el dinero”, lamenta el concejal popular Juan Ángel Guerrero. De hecho, en el último Pleno PP y la concejal independiente aprobaron una moción para solicitar a la Junta de Andalucía que cumpla el convenio firmado en 2006 para hacerse cargo de una parte de la construcción del paseo. Parece que sus posturas son coincidentes en este tema.
La alcaldesa ha manifestado repetidas veces su intención de negociar y llegar a un acuerdo “por el bien del municipio”, aunque los populares lamentan “poco interés”, ya que “en Pleno le pedimos sentarnos a negociar e hizo como el que oye llover”.
Cuestión de confianza
Uno de los posibles escenarios que contemplan desde el Partido Popular es que la alcaldesa, si no pudiera aprobar el presupuesto en el Pleno, presente una cuestión de confianza vinculada a la aprobación de las cuentas. En tal caso, si la cuestión de confianza tampoco contase con los apoyos necesarios, en un mes quedarían aprobados los presupuestos, ya que es muy improbable que prospere una moción de censura, debido a la ley antitransfuguismo que reduce a la mitad el valor de los votos de concejales no adscritos. Por ello, para que prospere debería haber 7 votos a favor de entre los 11 ediles de la Corporación.
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