Cine español. Escena 1, toma 1. ¡Acción!

A un pseudointelectual cuyo nombre ahora no viene al caso, le escuché decir recientemente que el cine español es malo, retorcidamente malo, que no es competitivo. Claro, no pude responderle fundamentalmente por dos motivos: uno, porque no intervengo en tertulias donde él participa, ni en ninguna otra ciertamente; el segundo, de haber podido debatir, es muy simple: mi ignorancia no es tan atrevida como la suya. Este filósofo de todo y erudito también de nada, a la menor oportunidad tira de citas con el ánimo de revestir su argumento: Chesterton, Keynes, Smith, Maquiavelo, Sinclair… Me malicio que en su bolsillo no falta una tarjeta con frases célebres.

Viene este preámbulo a cuento porque el Festival de Cine celebrado en Vera me ha brindado la posibilidad de conversar con estudiosos y entendidos de cine, entre ellos Santiago Alverú y Andreu Fullana. El primero, protagonista de ‘Selfie’ y nominado como mejor actor revelación en los Goya 2018, además de creador de los premios Yago con el propósito de enmendar los imperdonables ‘olvidos’ de los Goya, escritor y envuelto en múltiples actividades relacionadas con el cine. El segundo, director, productor, guionista, e investigador de cualquier materia relacionada con el cine. Y, como puede suponerse, hablamos de cine, del trasfondo del cine.

De entrada, Santiago Alverú no cree en contubernios, ni rarezas de ese estilo porque la Academia de Cine no le concediera el ‘cabezón’, “sencillamente le dieron el Goya de mejor actor revelación a Eneko Sagardoy por su gran papel en ‘Handía’”. Sin embargo, no es menos innegable que la productora de ‘Selfie’ contaba con escasos recursos de márquetin, esos que te hacen más visible, los del empujón final. Llegados a este punto, la pregunta del millón a Andreu Fullana: ¿es malo el cine español?, “el mayor error que cometemos es no preguntarnos ¿qué cine español?, porque el cine español no es ningún género. En el cine español hay géneros como los hay en el cine americano. Puede parecerte una película mala, pero es verdad que a España no llegan todas las películas norteamericanas y las hay malas. Lo lamentable es que es España se hacen películas que no llegan a estrenarse en los cines. Solemos meter en el mismo saco a películas que nos son comparables, por ejemplo ‘No habrá paz para los malvados’ y ‘Ocho apellidos vascos’, una es una comedia y la otra es un ‘thriller’, una película de suspense”.

¡Hombre!, Andreu, no me digas que Torrente… “Torrente, para mí, es una película necesaria porque genera trabajo, además de industria. Te gustará más o menos, pero es una película taquillera que ha dado a ganar mucho dinero a Santiago Segura, a su productora, y que Santiago Segura haya podido crear un Banco de Teatro que ayuda a nuevos realizadores a coste cero. Si haces una película taquillera (blockbuster) y los beneficios se dedican a proyectos, pues hagamos películas taquilleras. La industria cinematográfica estadounidense hace grandes blockbusteres porque con ello equilibra económicamente las películas que menos funcionan en taquilla”.

El golpe de claqueta nos lleva a una nueva toma, la de cuánto hay que ‘tragar’ para llegar. “El tráfico de influencias existe, aunque a mí no me ha pasado”. Esto lo dice Santiago Alverú a quien antes de su nominación al Goya le cogían el teléfono y después, pues menos. Tampoco, la verdad, está muy pendiente del teléfono, la angustia que padecen actores y actrices. La siguiente escena nos lleva a comentar la etiqueta de ‘cine menor’ del cortometraje. Para Andreu Fullana es una de sus luchas personales, “intento hacer ver que los cortometrajes son películas. Dentro de las películas están los cortos, los medios y los largo metrajes y, precisamente ahora, estamos viviendo un cambio en el consumo habitual a través de móviles, de plataformas, con menos duración. Hablamos de que la media en YouTube está entre los tres y ocho minutos. Si esta es la tendencia en internet, por qué vamos a seguir con la etiqueta de que los cortos son para principiantes, para la escuela o para la universidad”. El diálogo es fluido, ameno, la toma ha salido a la primera.

Dijo García Riera que ‘el cine es mejor que la vida’. La verdad, no lo sé. La vida se vive, el cine se ve, pero…, como también cantó Luis Eduardo Aute ‘Cine, cine, cine, más cine por favor, que todo en la vida es cine y los sueños, cine son’.