Como un jarro de agua fría me ha caído hace unos minutos la triste noticia del fallecimiento de José Carmona Baraza, hijo de Antonio Carmona Gallardo (q.e.p.d.) y Manola Baraza, tras una grave enfermedad de la que me enteré hace sólo unos días; no por ello me ha sorprendido tanto su desaparición.
Conozco a la familia antes de que naciera, por lo que lo he visto en vientre de su madre, Manola, una madraza que sé lo que ha sufrido y estará sufriendo en estos momentos y a la que le mando un gran abrazo junto a mi afecto y cariño, así como al resto de los hermanos, a los que considero de la familia desde hace décadas.
José, siempre has sido un hombre amable; cada vez que me veías me dabas un abrazo y dos besos. Te he visto crecer y forjarte como un gran profesional aprendiendo de tu padre y por supuesto de tu madre, porque te he visto tanto en sala, junto a tu hermano Ginés, como en la cocina echando una mano a tu hermano Antonio. A veces has ejercido de comodín en Terraza Carmona, pero un comodín y puntal de lujo.
Hacía unos meses que no te veía: la última ocasión fue a finales de noviembre coincidiendo con las Jornadas de Carne de Toro que tanto prestigio le habéis dado tu y toda tu familia.
Me atendiste con la misma amabilidad y simpatía que siempre has llevado a gala y esa profesionalidad heredada de la escuela Carmona, con mayúscula. En esta ocasión, a pesar de tener el comedor a tope, cada vez que pasabas por mi lado tenías una sonrisa y unas palabras de atención preguntándome cómo estaba todo y si necesitaba algo; como siempre voy con prisas me vine pronto y recuerdo el gran abrazo que nos dimos y con el que me quedo para siempre. A la vez, me dijiste que te hiciera una fotografía con uno de tus hermanos, que ilustra estos sentimientos que te dedico por tu grandeza: es la última también que te he hecho.
José, me consta que tu madre, Manola y tus hermanos, esposa e hijos y demás familia, estarán sobrecogidos de dolor, como yo me encuentro en estos momentos, pero se que te vas a encontrar en el cielo con tu padre que era un gran señor, Antonio Carmona, como tú y el resto de tus hermanos porque lo aprendisteis de él y de tu madre.
Solo me queda decirte adiós, José. Siempre que vaya a la Terraza Carmona te echaré de menos y me acordaré de ti, y a los que se quedan aquí: Manola, hermanos y resto de la familia. Un fuerte abrazo, ya sabéis que lo siento mucho.
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