Asaja pide una ley contra los abusos de la distribución

Esta misma semana, ASAJA-Almería sacaba a la luz los resultados de un informe elaborado desde la Comisión Europea en la que se mencionaba a la agricultura española como la que presenta mayores diferencias entre costes e ingresos. Por este motivo desde la organización se reclama a la Administración española la puesta en marcha de reglamentos que permitan reformar la situación del sector, haciéndolo más competitivo.

En Europa ya existen medidas en esta tendencia, por ejemplo, y según destaca el diario francés Le Figaro el gobierno francés ha decidido declarar al sector del tomate “en crisis” tras 3 días de cotizaciones por debajo de la media de los precios de los últimos 5 años. De hecho, hace varias semana hacía lo propio con la nectarina, o la alcachofa, gracias a la puesta en marcha de una serie de medidas recogidas en una Ley de Modernización de la agricultura, encargada por el propio Sarkozy, que fue publicada en el Boletín Oficial de la República Francesa el pasado verano. Las bases de este documento es reforzar la competitividad de su agricultura y para ello se ponen en marcha entre otras medidas los llamados contratos-tipo de venta para frutas y hortalizas y un observatorio de precios y márgenes de los productos alimentarios. Esta legislación ha permitido que desde Francia se activen mecanismos de crisis para estos productos ante situaciones en las que los agricultores perciben un precio por debajo de sus costes, situación que se está produciendo en la actualidad tal y como vienen denunciando en las últimas semanas los agricultores franceses y que está detrás del anuncio de paro realizado por el sector.

Una de estas medidas anticrisis amparadas por esta Ley consiste en pedir a la distribución que reduzcan sus márgenes, de tal forma que se pueda conseguir que el trabajo del agricultor compense los costes de producción, es decir, que se puedan cubrir costes, una reivindicación histórica de la mayor parte de agricultores y ganaderos, incluidos los españoles.

Para calcular el margen que corresponde a cada eslabón, se toma como referencia el precio de compra (sin impuestos) al anterior eslabón de la cadena y el precio de venta al eslabón siguiente, así queda establecido cuál es el margen que le corresponde a cada uno. Pero la norma va más allá, en momentos declarados como crisis, se aplica un margen consensuado por todos los eslabones de la cadena en la Interprofesional, y en caso de no llegar a un consenso, es el mismo Gobierno francés el que establece los márgenes que deben ser aplicados.

Todo esto está recogido y actualizado en el Programa Nacional de Alimentación que tiene como base el permitir unas condiciones económicas aceptables para todos y en especial velar por las partes más desfavorecidas o desprotegidas, que en la mayoría de las ocasiones es el agricultor, la filosofía de velar por todos se convierte así en garantía de una alimentación en cantidad y calidad.

ASAJA pide al Gobierno español que siga el ejemplo y ponga en marcha, más allá de la Ley de transparencia de la cadena comercial, mecanismos que permitan al sector en su conjunto actuar para garantizar la supervivencia de la agricultura y la ganadería, que evite los abusos en los márgenes que ponen en peligro la viabilidad de las explotaciones agrarias. “Ahora es un buen momento, afirma Francisco Vargas, la próxima reforma de la PAC tiene que dar cabida a Leyes que garanticen la rentabilidad de las explotaciones agrarias y eviten el poder dominante de la distribución sobre el agricultor, además España debe abonar el terreno y adelantarse en lo que a legislación se refiere, tal y como está haciendo Francia”.