Las fiestas, el mejor reclamo para volver a casa en vacaciones

Aprovechando la buena climatología y los periodos vacacionales propios del verano de los que disfrutan jóvenes y adultos (en su mayoría), agosto es posiblemente el mes del año en el que se concentran el mayor número de fiestas patronales a nivel nacional y, como no podía ser de otra forma, a nivel provincial.

Época en la que son muchas las personas que, debido a la emigración de décadas atrás o por motivos laborales actuales, vuelven a casa, a su hogar, para pasar unos días con la familia y los amigos de la juventud. Un hecho que, a su vez, repercute directamente en el incremento de población de algunas localidades -especialmente las más pequeñas- pues durante unos días duplican, o incluso triplican, su número de habitanes.

El mejor reclamo

Con casi media provincia en fiestas y sabedores de esta tendencia, los ayuntamientos esperan con gran entusiasmo estas fechas, además de por el componente tradicional propio de las fiestas patronales, para ver como las calles de sus municipios rebosan de actividades, vecinos y alegría.

Así, fiestas como las ‘del Pescador’ de Carboneras o las de ‘Moros y Cristianos’ de Velefique o de Benínar, entre muchas otras a lo largo y ancho de toda la provincia, se convierten en el mejor reclamo para devolverle la vida a estos municipios. Enclaves que, en cierto sentido, pierden buena parte de su actividad durante el resto del año, y en muchas ocasiones a buena parte de los jóvenes, por la despoblación.

Sus patrones

Vírgenes y Santos son los principales protagonistas de estas festividades, algunos incluso compartidos como San Roque (Antas, Arboleas, Beires, Albanchez,...). Por ello, además de las actividades lúdicas para toda la familia, las verbenas populares y las tradiciones culturales y taurinas; en agosto no faltan procesiones, romerías o misas en honor a sus patrones como colofón a varios días de fiestas.