José Antonio Arcos
23:33 • 28 ago. 2011
Hoy día es impensable vacunar a las plantas como método preventivo contra las enfermedades. Sin embargo, hay algunos laboratorios en Asia, Estados Unidos, Reino Unido y Holanda que realizan investigaciones aún embrionarias en esta materia. Un almeriense, Francisco Gil, participará desde septiembre en uno de los proyectos más ambiciosos a nivel mundial en el campo de la sanidad vegetal, y que se desarrollará en los próximos años en el continente asiático en la Universidad de Singapur.
Gil, de 34 años y natural de la capital almeriense, es doctor en biotecnología con una tesis sobre virología vegetal. El Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de la Junta, Ifapa, acaba de premiarlo con un contrato post-doctoral para que realice un proyecto de investigación a partir de ahora, y cuyos resultados podrían tener numerosísimas aplicaciones en la agricultura almeriense.
“El campo de la inmunización en cultivos es algo todavía muy novedoso. Debido a su potencialidad y al grado de desarrollo de las herramientas moleculares hoy día disponibles, se espera que de aquí a unos años sea toda una realidad. Será una técnica muy interesante para combatir, de una manera respetuosa con el medio ambiente, enfermedades provocadas por patógenos en plantas”, explica, “a través de esta metodología se combate el virus de manera directa y no a través de la lucha biológica mediante suelta de insectos”.
Las plantas no enfermarán
Esto quiere decir que el grupo de investigación de este almeriense inoculará virus a las plantas para que éstas a su vez desarrollen anticuerpos capaces de repelerlos. Esto abriría el camino a un método revolucionario en la agricultura, a nivel planetario. Así, las plantas jamás enfermarían, estarían siempre sanas y, por lo tanto, aumentaría su productividad.
“El objetivo es conocer como el virus se apodera de la maquinaria molecular de las células de la planta y a partir de ahí las hace enfermar. Si conseguimos descifrar esto, seremos capaces de diseñar vacunas y plantas más resistentes”, describe Gil.
En el curso de la evolución, las plantas han desarrollado mecanismos naturales de defensa que las ayudan a protegerse de los daños de los patógenos. Cuando las plantas son amenazadas por hongos, bacterias o virus, producen una señal molecular que activa su defensa sistémica, esto es muy parecido a la vacunación. “Buscaremos respuestas a virus ante los cuales las plantas hoy en día se ven desbordadas y no son capaces de vencer con sus mecanismos de defensa innatos”, finaliza este joven investigador.
Gil, de 34 años y natural de la capital almeriense, es doctor en biotecnología con una tesis sobre virología vegetal. El Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de la Junta, Ifapa, acaba de premiarlo con un contrato post-doctoral para que realice un proyecto de investigación a partir de ahora, y cuyos resultados podrían tener numerosísimas aplicaciones en la agricultura almeriense.
“El campo de la inmunización en cultivos es algo todavía muy novedoso. Debido a su potencialidad y al grado de desarrollo de las herramientas moleculares hoy día disponibles, se espera que de aquí a unos años sea toda una realidad. Será una técnica muy interesante para combatir, de una manera respetuosa con el medio ambiente, enfermedades provocadas por patógenos en plantas”, explica, “a través de esta metodología se combate el virus de manera directa y no a través de la lucha biológica mediante suelta de insectos”.
Las plantas no enfermarán
Esto quiere decir que el grupo de investigación de este almeriense inoculará virus a las plantas para que éstas a su vez desarrollen anticuerpos capaces de repelerlos. Esto abriría el camino a un método revolucionario en la agricultura, a nivel planetario. Así, las plantas jamás enfermarían, estarían siempre sanas y, por lo tanto, aumentaría su productividad.
“El objetivo es conocer como el virus se apodera de la maquinaria molecular de las células de la planta y a partir de ahí las hace enfermar. Si conseguimos descifrar esto, seremos capaces de diseñar vacunas y plantas más resistentes”, describe Gil.
En el curso de la evolución, las plantas han desarrollado mecanismos naturales de defensa que las ayudan a protegerse de los daños de los patógenos. Cuando las plantas son amenazadas por hongos, bacterias o virus, producen una señal molecular que activa su defensa sistémica, esto es muy parecido a la vacunación. “Buscaremos respuestas a virus ante los cuales las plantas hoy en día se ven desbordadas y no son capaces de vencer con sus mecanismos de defensa innatos”, finaliza este joven investigador.
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