Libros solidarios rumbo a Toledo

Una petición de ayuda en los medios y una alerta en redes sociales han sido la mecha que han acabado dando lugar a un ‘hermanamiento’ a través de los libros entre la localidad de Cebolla en Toledo y el colegio SEK Alborán de Almerimar.

El origen de esta historia se remonta a principios de este mes de septiembre cuando el desbordamiento del arroyo Sangüesa provocaba importantes daños en la localidad toledana de Cebolla. Daños que dejaron sin fondos bibliográficos a la Biblioteca Municipal.

Ante esta circunstancia, los responsables de la misma hicieron un llamamiento a la colaboración de quien quisiera sumarse para tratar de ir recomponiendo los fondos de la misma después de constatar que habían perdido un total de unos 8.000 libros.

Y es al tener conocimiento de esta situación cuando entran en escena la Biblioteca del SEK y los alumnos del proyecto de Comunidad, Acción y Servicio (CAS) del centro.

Empatía

Manuel Berrio, responsable de la Biblioteca del SEK explica que “conocimos la historia y en seguida nos sentimos interpelados a la hora de prestar nuestra ayuda de tal modo que un grupo de alumnos y alumnas se pusieron manos a la obra para recopilar, empaquetar y mandar una selección de títulos de literatura infantil y juvenil que irán a parar a la biblioteca de Cebolla”.

Sin duda, una iniciativa que ha tenido una muy buena acogida entre los alumnos, que no han dudado en prestar su tiempo para llevar a cabo esta iniciativa que tiene un importante componente solidario.

En este sentido, Manuel Berrio recuerda que “en nuestro centro se ofrece una formación integral con un modelo educativo en el que se le da mucho valor a las acciones solidarias y al trabajo en favor de la comunidad de tal forma que esta acción encaja perfectamente en esta filosofía”.

Y es precisamente a este tipo de iniciativas a las que se dirige el proyecto de Comunidad, Acción y Servicio sobre el que algunas de las alumnas participantes en el mismo, como son los casos de Alicia Quesada, Carmen Colomina, Nerea Pérez y Cristina Campra, explican que “hemos querido implicarnos de manera activa en esta causa y facilitarles la vuelta a la normalidad. Y la verdad es que nos sentimos muy orgullosas de poder realizar este tipo de actividades en nuestro centro, el SEK Alborán”.