Calar Alto busca el apoyo del Almanzora para reducir la contaminación lumínica

El Observatorio de Calar Alto ha organizado una visita nocturna especial al centro para este viernes con el fin de fomentar el conocimiento mutuo entre este centro de investigación astrofísica, ayuntamientos y el tejido empresarial de su área de influencia en la comarca del Valle del Almanzora.
El Observatorio de Calar Alto, el más importante del continente europeo, comenzó su labor de difusión en 2005, cuando España asumió junto con Alemania la mitad de su gestión, aunque ahora su futuro corre peligro debido a la contaminación lumínica. Este es uno de los motivos por los que se ha convocado a alcaldes, responsables políticos y empresarios, a los que se les explicarán los pormenores de este problema y las posibilidades para atajarlo a tiempo. “Para la defensa de la calidad del cielo es fundamental la colaboración política. Hablar con los responsables del alumbrado en la zona, que son a fin de cuentas los ayuntamientos y alcaldes”, advierte su responsable de comunicación y astrónomo, David Galadí.
Por otra parte, la intención de este encuentro es estrechar lazos con entes políticos y económicos para que el Centro Astronómico Hispano Alemán pueda convertirse en una de las principales señas de identidad, no sólo de la zona, sino de “Andalucía oriental. Si se le pregunta a alguien en Canarias que diga las cinco cosas más importantes, seguramente incluya su cielo y la astronomía. Tenemos el mejor cielo de Europa. Es cuestión de ser conscientes de nuestra riqueza natural. Sabemos de Cabo de Gata, el desierto de Tabernas... En la Sierra de los Filabres pasa algo parecido. Para eso también es importante atender a sus representantes políticos y económicos”.
Desde su puesta en funcionamiento en 1975, por el Observatorio de Calar Alto han pasado prácticamente todas las personas que trabajan de forma profesional en la astronomía tanto de España como de Alemania. Ahora, el observatorio quiere que se reconozca el cielo de la Sierra de los Filabres como el recurso “natural, turístico y de desarrollo” que pretende ser.