Cuando el tijoleño Eugenio García comenzó llenando el maletero de un coche con material para enviar a Honduras ni se le pasaba por la cabeza que, poco después, estaría preparando tres contenedores que suman un total de 60 toneladas de ayuda en un plazo de dos meses. El presidente del Banco de Libros de Tíjola sigue incrédulo ante las dimensiones que ha alcanzado la asociación que un día, hace algo más de un par de años, creó con la intención de llevar hasta Honduras parte de su afición. Los libros, tanto pedagógicos como de todo género literario de los que carecen en el país hondureño.
Sin palabras
Hoy la Asociación de Libros de Tíjola, pese a que mantiene su nombre, se preocupa por enviar mucho más que material escolar o libros, como por ejemplo kilos y kilos de ropa que también encuentran siempre alguien que la necesita. La labor de este colectivo ha sido tal que, incluso, tal y como adelantó este periódico, el municipio de Tegucigalpa reconoció su ayuda nombrando una nueva biblioteca con la denominación de ‘Banco de Libros’. El presidente reconoce que ante un hecho así “no tienes palabras, no sabes qué decir. Es imposible describir lo que sientes”. Un agradecimiento que hace extensible a quienes colaboran con su labor, ya que también se emociona “cuando haces un envío y se juntan 100 personas para cargar el contenedor”.
Ayuda de Cosentino
Por si el esfuerzo y la pasión por ayudar a los demás no fueran suficientes, el Banco de Libros de Tíjola ha encontrado recientemente un aliado de lujo para que su ayuda llegue cada vez a más gente: Cosentino. La multinacional con sede en Cantoria ha financiado el envío de los dos últimos contenedores, de 20 toneladas de ayuda cada uno y también hará lo propio con un tercer contenedor que viajará hasta Honduras “el próximo 15 de diciembre”. “Se han volcado personas y empresa de toda España con nosotros pero Cosentino se ha volcado de una firma impresionante”, valora el fundador de esta asociación sin ánimo de lucro.
De esta forma, teniendo en cuenta que cada contenedor lleva dentro 20 toneladas de ayuda, serán 60 toneladas; es decir, 60.000 kilos de ayuda los que el Banco de Libros envíe en cuestión de dos meses, una vez que parta hacia Honduras en cuestión de días ese tercer recipiente. Pero el ánimo de ayudar sigue estando muy presente en el corazón de este colectivo y, por ello, Eugenio no se cansa de pedir colaboración, animando a todo el que quiera a que se haga socio del Banco de Libros “con una mínima cuota de 10 euros anuales. O donando libro o material escolar… Lo que sea; porque allí, donde enviamos el material, no hay de nada. Les sirve prácticamente todo”, sentencia Eugenio García.
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