Carboneras

Adiós a mi maestro de Carboneras

Los moros y cristianos y la Banda de Música, protagonistas en la despedida a José Fernández

La comitiva fúnebre, con los restos mortales de José Fernández, camino de la iglesia.
La comitiva fúnebre, con los restos mortales de José Fernández, camino de la iglesia. Juan Antonio Barrios
Simón Ruiz
07:00 • 28 mar. 2019 / actualizado a las 11:09 • 28 mar. 2019

Los moros y cristianos de Carboneras y la Banda Municipal de Música, a esos que tanto quiso en su vida José Fernández García, dieron ayer su último adiós al maestro de varias generaciones en esta localidad del Levante almeriense.




El último paseo de Don José por las calles de Carboneras lo hizo a hombros de los moros viejos en un cortejo fúnebre donde iba acompañado de las tropas de moros y cristianos que desfilan en las fiestas de San Antonio, mientras sonaban marchas fúnebres interpretadas por la Banda de Música.




No se recordaba en la localidad un funeral con tanta emotividad. Fueron cientos de vecinos los que solidarizaron con el dolor de la esposa de José Fernández, Antonia Quijano, y sus hijos Ramón, José Antonio, Sofía y Pablo.




En apenas unas horas, José Antonio Hernández Segura y otros miembros de la organización de moros y cristianos pudieron reunir a sus compañeros para participar en el entierro del que ha sido su gran maestro en esta tradición, la más antigua en la provincia de Almería.




Las tropas esperaron al féretro con los restos mortales de Don José, fallecido el pasado lunes, a las puertas del Castillo de San Andrés. Un escenario de batallas en las que el 13 de junio por la mañana se quedan con el santo los moros y ya por la tarde ganan los cristianos.




Ayer, no ganaron ni los unos ni los otros. Ganó el corazón desgarrado de los carboneros al despedir a su gran maestro y al recordar entre lágrimas sus interminables paseos con Bartolo o sus cafés en la calle Sorbas.




José Fernández ha dejado de dar clases de humanidad a sus paisanos. Su herencia es un legado de amor por Carboneras y por sus gentes, por los moros y cristianos que tantas horas de sueño le quitó, por los músicos a los que tanto enseñó, por los cofrades de la Semana Santa, por Nona, sus hijos y sus nietos, ...




Carboneras ha estado dos días de luto y hoy jueves, día de mercado, por las calles se seguirá recordando la figura de Don José. Ayer, las banderas a media asta a las puertas del Ayuntamiento eran todo un símbolo del dolor de un pueblo. Sus tres últimos alcaldes, Felipe Cayuela, Salvador Hernández y Cristóbal Fernández, estaban en la misa funeral, junto a los carboneros, dando el último adiós a mi maestro.


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