El 2 de abril es una fecha marcada en azul porque ese es el color con el que se conmemora el día mundial del autismo.
Y lo cierto es que muchos han sido los centros e instituciones que han celebrado el Día Mundial del Autismo por toda la provincia desde El Ejido o Vícar en el Poniente hasta Vera o Garrucha en el Levante. Y uno de los que se ha sumado en esta localidad de Garrucha ha sido el CEIP Ex Mari Orta, con la participación de todo el alumnado del centro, unos 600 alumnos, y sus maestros y maestras, además del Personal de Administración y Servicios.
Un rato antes de la hora de salida se concentraron en las pistas polideportivas del centro todos con un globo azul en la mano y camisetas del mismo color, siguiendo el lema de este año, ‘Un gesto por el autismo’.
Por cierto, se da la circunstancia que es un centro con aula específica donde se atienden los casos de autismo que existen en el colegio.
Compromiso
Cabe destacar, que en el CEIP Ex Mari Orta se está llevando a cabo una gran labor de apoyo comenzando por la educación integral, posibilitando el desarrollo y la integración social de las personas que presentan más dificultades de aprendizaje.
Un objetivo primordial es la de concienciar a la sociedad de ese problema del autismo, evitar los estigmas sobre ello y romper barreras, ya que cada vez es más el número de alumnos afectados.
Por su parte, el profesorado del centro ha querido dejar claro que está totalmente de acuerdo con lo expresado por la organización de este día mundial: “Debe ponerse en marcha el Plan de Acción de la Estrategia Española en TEA, estableciendo recursos necesarios y fijando un calendario en el que se prioricen las acciones más urgentes, así como una Estrategia Europea en autismo que promueva la total implantación de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad”.
Educación
El Trastorno del Espectro del Autismo (TEA) hace referencia a un conjunto de condiciones que afectan al neurodesarrollo y al funcionamiento cerebral, dando lugar, a las personas que lo padecen, a sufrir dificultades en la comunicación e interacción con los demás, así como en la flexibilidad del pensamiento y de la conducta de la persona que lo presenta. Según la OMS, uno de cada 160 niños tiene un TEA y sus síntomas suelen comenzar en la infancia y persistir hasta la adolescencia y la edad adulta. Otras estimaciones hablan de que puede afectar a uno de cada 68 niños en edad escolar. Cada persona es única y diferente y lo mismo ocurre con las personas con autismo. A pesar de la creencia popular y de los rasgos comunes, son individuos únicos y deben ser tratados como tal.
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