4.000 vecinos continúan a la espera de tener agua corriente en sus casas

Podría pasar por una noticia correspondiente a cualquier siglo pasado. Incluso habría quien se sorprendiera al verla en la última década del siglo XIX, pero la verdad es que alrededor de 4.000 vecinos del término municipal de Albox siguen sin disponer hoy, en pleno 2011, de agua corriente en sus casas. Del debate existente en el núcleo urbano acerca de la calidad del agua o su potabilidad, casi ni se habla. La realidad en las pedanías del norte del municio es que miles de vecinos se tienen que abastecer por medio de aljibes e incluso utilizar fuentes cuya agua está contaminada, para su aseo personal.

Toda su vida sin agua
María Encarnación Martínez tiene 81 años y ha pasado toda su vida en una de las barriadas afectadas, el Llano de las Ánimas. Mientras hace ganchillo, recuerda que allí “de siempre se ha vivido así”. Esta vecina cuenta cómo sus paisanos comenzaron a notar, hace décadas, que algo extraño pasaba cuando el agua llegó por primera vez hasta las mismas casas de los ciudadanos del núcleo urbano de Albox o de otras pedanías como Las Pocicas, pero ellos tenían que continuar haciendo uso de sus fuentes para poder conseguir el preciado líquido. “Empezamos a hablarlo cuando llegó a Albox y a nuestros alrededores. No faltaba nada más que este lugar, y esto sigue quedando”, reflexiona.

Las barriadas existentes en la Rambla de Albox y su entorno están formadas, casi en su totalidad, por cortijos antiguos, lejos de los nuevos poblados que se edificaron en otros emplazamientos con la llegada del turismo residencial. Debido a este factor, casi todas las casas cuentan con su aljibe o incluso pozo privado, que les suministra agua para el aseo, aunque en la gran mayoría de los casos está contaminada. Por este motivo, cada viernes, un camión llegado desde la Sierra de los Filabres, recorre todas las pedanías repartiendo agua apta para su consumo entre los vecinos.

“El Ayuntamiento empezó a traer camiones de agua y así estamos. Para asearnos, sí que lo hacemos con agua de la Fuente del Mojón, aunque no sea del todo prudente porque está contaminada”, reconoce Pedro Carricondo, otro vecino del Llano de las Ánimas que según nos explica ya ha “pasado” de los ochenta años. Muchos de los habitantes de barriadas como el Llano del Espino, Arroyo Medina o el Llano de las Ánimas, lidian con esta situación en su día a día, aunque este hecho no significa que vean la ausencia del agua corriente con normalidad. “¿Cómo podemos ver esto normal si no tenemos agua?, se pregunta Juana mientras cuida de su nieto en la misma puerta de su cortijo. El Ayuntamiento puso en marcha en la pasada legislatura la primera fase de las obras para abastecer a estas pedanías. Una ejecución de la red de alta que necesitó una subvención de la Junta próxima a los 6 millones de euros. Con la primera fase ya finalizada, el lunes se aprobó mediante Pleno el inicio de la segunda fase y la realización de la red de baja, encargada de llevar el agua corriente hasta las casas.

Injusticia histórica
“Es una injusticia histórica para estos vecinos y para nosotros siempre ha sido prioritario solucionarla. Nos queda llevar la red de abastecimiento hasta la puerta de sus casa, que requerirá 3 millones de euros. Con esta aprobación se iniciarán ya los trabajos para finalizar todo el abastecimiento a estos barrios y acabar con un déficit impropio en los tiempos en los que vivimos, algo vergonzoso”, afirma el alcalde albojense, José García. Las promesas siempre se han ido sucediendo a la par que los alcaldes iban pasando por el Consistorio. Por eso, a pesar de cierto optimismo disimulado, los vecinos se muestran escépticos. “Hace años uno de derechas puso una tubería y al final nada. Hace cuatro años estos nos dijeron que lo tendríamos en un año. Prometen, pero nada”, lamenta Justo. Más claro, el agua.