Agencias
22:35 • 29 sept. 2011
El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, anunció ayer que el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y el departamento que dirige van a firmar “en breve” un acuerdo de intenciones, no sólo para demoler el Hotel El Algarrobico y restaurar este entorno protegido, sino también para la puesta en marcha de un plan de empleo juvenil en la zona de Cabo de Gata, en Almería. En respuesta a una pregunta oral formulada en el Pleno del Parlamento por el PP-A, Díaz Trillo insistió en la voluntad “manifiesta” del Gobierno andaluz desde el año 2006 de la demolición de este hotel. “Es la enésima pregunta que respondo sobre este tema y lo podré decir más alto pero no más claro”, añadió el consejero de Medio Ambiente.
Asimismo, Díaz Trillo consideró que el PP-A va por “muy mal camino” si pretende utilizar continuamente el asunto de El Algarrobico para “agredir” al Gobierno andaluz. “No le hagan más daño al Cabo de Gata”, pidió el consejero a los populares, quien también les demandó que colaboren con la Junta, que se ha “arremangado” y tiene voluntad de “construir a partir de algo que hay que destruir”.
Respuesta del PP
Por su parte, la diputada del PP-A Carmen Crespo consideró que, independientemente de lo que digan los tribunales sobre la demolición de El Algarrobico, la Junta tiene una “clara” responsabilidad política en su construcción, pese a que “quiera mirar para otro lado y mantener una actitud pasiva y de escurrir el bulto”. “El Algarrobico es un monumento a la incompetencia de la Junta”, añadió. Crespo, que aseguró que son los habitantes de Carboneras los que tienen que pagar el “desaguisado” provocado por el Gobierno andaluz, insistió en que la Junta de Andalucía tiene “una doble vara de medir” con este asunto y en que tendría que reconocer su responsabilidad en la construcción de este hotel en una zona “no compatible con el uso urbanístico”.
La secretaria de Estado de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), Teresa Ribera, también habló ayer de El Algarrobico. Esta integrante del Gobierno central manifestó que desde el Estado “no hay ninguna objeción” a que se pueda ejecutar provisionalmente la sentencia sobre la demolición del hotel El Algarrobico, porque este edificio es un “símbolo que debe desaparecer cuanto antes”. Ribera se refirió a la intención manifestada por varias organizaciones de presentar una solicitud de ejecución provisional de la sentencia. “Si acometemos el derribo, en su momento, será sin perjuicio de cual sea el pronunciamiento de fondo y la posibilidad de repercutir en quien corresponda. Creemos que es un símbolo que debe desaparecer cuanto antes, por lo que tan pronto como podamos contribuir a esa tarea, debemos hacerlo”, apuntó.
“Favorecer su desarrollo”
Además, desaprobó las declaraciones del decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Almería, Javier Hidalgo, quien el pasado miércoles consideró que el Hotel El Algarrobico es “absolutamente legal” y que acusó al Ministerio de Medio Ambiente de “favorecer su desarrollo” y que ahora, el Gobierno y la Junta de Andalucía quieren derribarlo “a costa de los impuestos de los ciudadanos”, al tiempo que ha subrayado que este “símbolo, debe desaparecer cuanto antes”. A Teresa Ribera estas afirmaciones le resultan “cuanto menos, sorprendentes” porque no cree que el arquitecto, por mucho que éste sea presidente de un Colegio Oficial de Arquitectos, pueda sustituir el criterio jurídico en temas complejos, que corresponde dilucidar a los jueces.
Asimismo, Díaz Trillo consideró que el PP-A va por “muy mal camino” si pretende utilizar continuamente el asunto de El Algarrobico para “agredir” al Gobierno andaluz. “No le hagan más daño al Cabo de Gata”, pidió el consejero a los populares, quien también les demandó que colaboren con la Junta, que se ha “arremangado” y tiene voluntad de “construir a partir de algo que hay que destruir”.
Respuesta del PP
Por su parte, la diputada del PP-A Carmen Crespo consideró que, independientemente de lo que digan los tribunales sobre la demolición de El Algarrobico, la Junta tiene una “clara” responsabilidad política en su construcción, pese a que “quiera mirar para otro lado y mantener una actitud pasiva y de escurrir el bulto”. “El Algarrobico es un monumento a la incompetencia de la Junta”, añadió. Crespo, que aseguró que son los habitantes de Carboneras los que tienen que pagar el “desaguisado” provocado por el Gobierno andaluz, insistió en que la Junta de Andalucía tiene “una doble vara de medir” con este asunto y en que tendría que reconocer su responsabilidad en la construcción de este hotel en una zona “no compatible con el uso urbanístico”.
La secretaria de Estado de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), Teresa Ribera, también habló ayer de El Algarrobico. Esta integrante del Gobierno central manifestó que desde el Estado “no hay ninguna objeción” a que se pueda ejecutar provisionalmente la sentencia sobre la demolición del hotel El Algarrobico, porque este edificio es un “símbolo que debe desaparecer cuanto antes”. Ribera se refirió a la intención manifestada por varias organizaciones de presentar una solicitud de ejecución provisional de la sentencia. “Si acometemos el derribo, en su momento, será sin perjuicio de cual sea el pronunciamiento de fondo y la posibilidad de repercutir en quien corresponda. Creemos que es un símbolo que debe desaparecer cuanto antes, por lo que tan pronto como podamos contribuir a esa tarea, debemos hacerlo”, apuntó.
“Favorecer su desarrollo”
Además, desaprobó las declaraciones del decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Almería, Javier Hidalgo, quien el pasado miércoles consideró que el Hotel El Algarrobico es “absolutamente legal” y que acusó al Ministerio de Medio Ambiente de “favorecer su desarrollo” y que ahora, el Gobierno y la Junta de Andalucía quieren derribarlo “a costa de los impuestos de los ciudadanos”, al tiempo que ha subrayado que este “símbolo, debe desaparecer cuanto antes”. A Teresa Ribera estas afirmaciones le resultan “cuanto menos, sorprendentes” porque no cree que el arquitecto, por mucho que éste sea presidente de un Colegio Oficial de Arquitectos, pueda sustituir el criterio jurídico en temas complejos, que corresponde dilucidar a los jueces.
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