Cajamar es la primera caja de Andalucía en abrir su propia guardería

Tener una guardería cerca del lugar de trabajo es un lujo del que muy pocos padres gozan. Sin embargo, para los empleados de los Servicios Centrales de Cajamar Caja Rural es una realidad desde que Pequemar, la guardería que la entidad ha puesto a disposición de sus trabajadores, abriera sus puertas por primera vez.

Al entrar en estas instalaciones, completamente nuevas y con una ubicación inmejorable, se comprende la tranquilidad con la que los empleados de la entidad financiera dejan a sus pequeños.

Tres aulas para las diferentes edades, aseos adaptados, una cocina y una sala de descanso son los diferentes espacios que componen el centro gestionado por la empresa almeriense Escuelas Infantiles Fantasy. En las colchonetas del aula ‘Caballitos’ juegan los mayores, es decir, los niños y niñas de dos a tres años que ya caminan y se comunican con sus cuidadoras casi perfectamente. El aula contigua, ‘Pececitos’, es en la que se encuentra el grupo de uno y dos años. Un espacio un poco más protegido porque algunos de ellos aún no saben caminar.

Ambos grupos comparten, además, cocina y un pequeño patio de recreo con toboganes y balancines donde juegan todas las mañanas antes de que el sol esté en lo más alto.

Entonces es cuando llega la hora del almuerzo. Un catering se encarga de llevar la comida diariamente para los cuarenta niños y niñas que actualmente acoge Pequemar.

Por último, pero no por ello menos importante, con un acceso independiente está el aula ‘Estrellitas’ dedicada a los bebés de hasta un año. Allí, ríen, lloran, juegan y, por supuesto, descansan.

Aunque esta guardería no sólo recoge a los pequeños, sino que este centro, como cualquier otro de calidad, cuenta con un programa lúdico-educativo basado en la estimulación temprana, los hábitos saludables, una educación en valores y la relación con la familia. Además, siguiendo la tónica general del sistema educativo actual, el bilingüismo tiene un papel muy importante.

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