María Torres
22:59 • 01 oct. 2011
Ajenas a la crisis y a las cifras del paro, las personas con discapacidad física o psíquica que residen en Adra siguen avanzando más si cabe en su intención de encontrar un puesto de trabajo. Lo hacen de la mano del Centro Ocupacional, un centro único en la comarca del Poniente que este año, por primera vez, enseña a su alumnado a cultivar las plantas que mañana lucirán las zonas verdes de la ciudad abderitana.
Poco después de su puesta en marcha, esta misma semana, el balance es positivo. “La mayoría de los alumnos puede participar en el taller de jardinería”, asegura la edil de Servicios Sociales en el Ayuntamiento de Adra. Bajo la supervisión de un monitor y del psicólogo del centro, aprenderán técnicas de cultivo, reproducción y mantenimiento de determinadas plantas. Plantar, podar o regar se convertirán en tareas habituales para los 17 alumnos del Centro Ocupacional de Adra. Asimismo, aprenderán a usar determinadas herramientas y a adquirir hábitos de trabajo.
Un centenar de gitanillas y cien tradescantias, más conocidas como ‘amor de hombre’, servirán como ‘conejillo de indias’ en este primera taller de jardinería cuyos frutos se sembrarán en las plazas y parques públicos de la localidad. Los alumnos del centro también se harán cargo del mantenimiento del Jardín de las Culturas donde se ubica el vivero en el que se imparte el taller. Este vivero se integra en el recinto de La Azucarera, junto al Centro Ocupacional.
La restauración de muebles se presenta como otra salida laboral para el colectivo de discapacitados que aquí se forma. Entre las ocho de la mañana y las cuatro de la tarde, los alumnos pueden aprender a lijar, tratar y restaurar todo tipo de muebles. Algunos, la mayoría, han sido cedidos por los propios vecinos para este fin. Conocedores de su saber hacer, otros optan por encargar al centro la restauración de sus muebles viejos consiguiendo, además, precios más económicos.
El Centro Ocupacional de Adra abría sus puertas hace tres años. En la actualidad, las plazas ocupadas no superan la veintena, aunque dispone de capacidad suficiente para atender a 45 personas con discapacidad física o psíquica. Es el segundo centro de estas características que existe en la provincia de Almería y está diseñado para personas de entre 16 y 65 años.
Además de los denominados ‘programas de ajuste personal’ y ‘de estimulación cognitiva’, los alumnos que acuden al centro diariamente aprenden a desarrollar por sí mismos tareas cotidianas. “Hemos podido comprobar el avance que han experimentado los alumnos gracias al taller de Habilidades Personales donde han aprendido hábitos tan importantes como hacer el desayuno, usar utensilios de cocina, planchar, poner una lavadora, hacer la cama, poner la mesa o servir la comida”, concreta la concejala de Servicios Sociales. En definitiva, labores orientadas a luchar contra sus propias limitaciones y a conseguir un reto: alcanzar una vida normal.
Poco después de su puesta en marcha, esta misma semana, el balance es positivo. “La mayoría de los alumnos puede participar en el taller de jardinería”, asegura la edil de Servicios Sociales en el Ayuntamiento de Adra. Bajo la supervisión de un monitor y del psicólogo del centro, aprenderán técnicas de cultivo, reproducción y mantenimiento de determinadas plantas. Plantar, podar o regar se convertirán en tareas habituales para los 17 alumnos del Centro Ocupacional de Adra. Asimismo, aprenderán a usar determinadas herramientas y a adquirir hábitos de trabajo.
Un centenar de gitanillas y cien tradescantias, más conocidas como ‘amor de hombre’, servirán como ‘conejillo de indias’ en este primera taller de jardinería cuyos frutos se sembrarán en las plazas y parques públicos de la localidad. Los alumnos del centro también se harán cargo del mantenimiento del Jardín de las Culturas donde se ubica el vivero en el que se imparte el taller. Este vivero se integra en el recinto de La Azucarera, junto al Centro Ocupacional.
La restauración de muebles se presenta como otra salida laboral para el colectivo de discapacitados que aquí se forma. Entre las ocho de la mañana y las cuatro de la tarde, los alumnos pueden aprender a lijar, tratar y restaurar todo tipo de muebles. Algunos, la mayoría, han sido cedidos por los propios vecinos para este fin. Conocedores de su saber hacer, otros optan por encargar al centro la restauración de sus muebles viejos consiguiendo, además, precios más económicos.
El Centro Ocupacional de Adra abría sus puertas hace tres años. En la actualidad, las plazas ocupadas no superan la veintena, aunque dispone de capacidad suficiente para atender a 45 personas con discapacidad física o psíquica. Es el segundo centro de estas características que existe en la provincia de Almería y está diseñado para personas de entre 16 y 65 años.
Además de los denominados ‘programas de ajuste personal’ y ‘de estimulación cognitiva’, los alumnos que acuden al centro diariamente aprenden a desarrollar por sí mismos tareas cotidianas. “Hemos podido comprobar el avance que han experimentado los alumnos gracias al taller de Habilidades Personales donde han aprendido hábitos tan importantes como hacer el desayuno, usar utensilios de cocina, planchar, poner una lavadora, hacer la cama, poner la mesa o servir la comida”, concreta la concejala de Servicios Sociales. En definitiva, labores orientadas a luchar contra sus propias limitaciones y a conseguir un reto: alcanzar una vida normal.
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