Hallan nuevas figuras geométricas en el yacimiento de ‘Mojácar la Vieja’

Ni veinticuatro horas han tardado los trabajos en el asentamiento de Mojácar la Vieja’ en encontrar los primeros restos de interés histórico dentro de la segunda fase de excavación que comenzó en la jornada de ayer, coincidiendo con el inicio de este mes de julio.

Las labores de excavación que se están llevando a cabo han descubierto una serie de dibujos geométricos formados por “círculos con dos líneas hacia abajo”, tal y como ha adelantado este lunes en la Cadena SER una de las componentes del proyecto, la arqueóloga Lara Delgado. El descubrimiento ha tenido lugar en la misma habitación en la que el año pasado salieron a la luz “unos dibujos geométricos en un espacio doméstico”. El tipo de construcción que siete u ocho siglos atrás albergaba estos dibujos está aún por terminar. Es una incógnita más que esperan despejar alrededor de cuarenta estudiantes de Arqueología que se encargarán de la segunda fase de estos trabajos hasta el 28 de julio.

Incógnitas 
El del tipo de construcción donde se encontraban los dibujos no será el único interrogante que traten de responder los integrantes de este proyecto dirigido por el grupo ‘Memolab’ de la Universidad de Granada. En esta nueva etapa de excavaciones se intentará conocer cuál era el camino de acceso a ‘Mojácar la Vieja’ puesto que Delgado aclarar que “no es el camino actual”.

Sin embargo otras cuestiones ya han sido desveladas gracias a la labor que estos estudiantes de la Universidad de Granada desempeñan en el cerro. Por ejemplo (más allá de construcciones como un horno de pan comunitario, parte del lienzo de la muralla y varias torres) gracias a estos trabajos se ha conocido que el abandono de ‘Mojácar la Vieja’ fue paulatino y que no tuvo lugar de forma radical. Esto descarta que el cambio de ubicación hasta la actual Mojácar se produjese como consecuencia de algún fenómeno drástico natural o causado por el humano como un terremoto o un asedio. Nada de eso.

Según explica Lara Delgado, esta particular ‘mudanza’ se produjo “posiblemente porque las fronteras castellanas cada vez estaban más próximas”. De este modo, en el nuevo emplazamiento, al estar a mayor altura, los mojaqueros del siglo XIII “tenían mayor visibilidad, podían ver mejor y controlar la frontera marítima y terrestre” y podían “aprovechar otros recursos más cercanos para defenderse mucho mejor en caso de asedio o de una guerra”.

En la parte superior, la dedicada a la actividad “militar”, ya sacaron a la luz estructuras como “una pequeña mezquita que no era la del pueblo” y unas “piedras redondas, bolaños para tirar con catapulta”, además de un aljibe "dentro de una torre que sería la torre del homenaje”. Descubrimientos que a buen seguro se seguirán sucediendo hasta el 28 de julio y que hasta ese día permitirán descubrir, cada vez con más claridad, cómo fue la antigua Mojácar.