La variante costera se reducirá a 2,5 kilómetros, frente a los 6 iniciales

La Consejería de Obras Públicas y Vivienda y el Ayuntamiento de Mojácar han acordado estudiar una solución alternativa para ejecutar la variante costera de la localidad y descongestionar el tráfico del actual viario. La idea es salvar los inconvenientes planteados en la Declaración de Impacto Ambiental (la presencia de Limonium, una planta en peligro de extinción) y, al mismo tiempo, evitar problemas de ruido y de tránsito en la barriada de La Paratá. La nueva opción planteada para poder llevar a cabo las obras en la variante se ha planteado en el transcurso de la Comisión de Seguimiento del convenio suscrito con los municipios de Vera, Garrucha y Mojácar, que se ha celebrado en la Dirección General de Carreteras de Andalucía con la asistencia de su titular, Pedro Rodríguez Armenteros; el delegado provincial de Almería, José Manuel Ortiz; la alcaldesa de Mojácar, Rosa María Cano; y el alcalde del municipio de Garrucha, Juan Francisco Fernández. Los mayores problemas
En concreto, el Ayuntamiento de Mojácar ha propuesto como solución acortar la intervención en la variante hasta el enlace de La Paratá, lo que supondría que los trabajos se realizarían a lo largo de 2,5 kilómetros, que coinciden con la zona en la que se concentran los mayores problemas de circulación. Asimismo, el Consistorio mojaquero va a pedir que, una vez concluya la obra, el viario pase a ser de titularidad municipal. Para poder materializar este acuerdo, el Ayuntamiento, a través de Diputación, va a adaptar el proyecto que ya está redactado, con la supervisión técnica de la Consejería de Obras Públicas y Vivienda. Así, se pasará de una actuación inicial prevista a lo largo de 6 kilómetros a intervenir en 2,5. La alcaldesa, en este sentido, ha apuntado que la necesidad del municipio se cubre con esta actuación alternativa, que además de descongestionar el tráfico por el núcleo urbano, salvaría los problemas medioambientales que presentaba la solución inicial. Y es que, según la administración autonómica, las alternativas que se han estudiado para la zona protegida en los últimos meses también se verían afectadas por las restricciones de la normativa ambiental. En la citada Comisión de Seguimiento no se ha fijado el coste de la obra, ya que habrá que esperar a tener el proyecto modificado para contar con un presupuesto de licitación. A pesar de ello, la alcaldesa de Mojácar calcula que si el proyecto inicial costaba 13 millones de euros, la nueva propuesta podría costar un tercio de lo presupuestado. De igual modo, no se han fijado plazos para su ejecución, aunque el interés de ambas administraciones es llevarlo a cabo en el menor tiempo posible. “Desde el Ayuntamiento nos comprometemos que el proyecto esté listo a finales de noviembre”, ha apuntado la alcaldesa. Se prevé realizar antes del próximo verano los trámites previos como la elaboración de los correspondientes informes sectoriales y la redacción y aprobación del proyecto.