La última edición del Dreambeach, el festival de música electrónica celebrado en Villaricos la pasada semana, ha sido un éxito rotundo. 160.000 asistentes en una cita que cada año va a más y sigue creciendo, en espectacularidad y público.
Sin embargo, después de la fiesta que otra cara menos amable: la de los restos de basura que quedan, muy patentes este año en la zona de camping que acabó siendo un auténtico vertedero.
Si bien este lunes no quedaban prácticamente rastros de los desechos, varios vecinos han denunciado durante los días de celebración del festival la acumulación de restos en la playa.
"Aunque la organización afirma que lo limpiará, sólo con que el 1% de la basura y el plástico se vuele al mar, se produce un deterioro ecológico y medioambiental que degenera en la creación de una 'basuraleza' que los vecinos del área tenemos que soportar cada año", indican vecinos de esta pedanía de Cuevas del Almanzora.
Y por ello solicitan que para la próxima edición se obligue tanto a los asistentes del festival como a la organización a "reciclar su basura y plástico" y a que no se degrade la playa ante lo que califican de un "atentado contra la naturaleza".
"Nuestro Mediterráneo no da más de sí", concluyen.
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