Una comisión judicial visita la Cala de San Pedro, tomada por asentamientos

La Cala de San Pedro es una de las grandes joyas del parque natural Cabo de Gata-Níjar, convertida durantes años en reclamo para los turistas y amantes de la naturaleza. Sin embargo, lejos de esa estampa de paraje prácticamente virgen, la cala convive hoy con asentamientos más o menos permanentes, prohibidos por la normativa que protege el parque del deterioro de basuras, fogatas o acampadas.

Daniel Navarro, propietario de unas 200 hectáreas de terreno en la zona, ha presentado ya 60 denuncias contra la Delegación de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía por una presunta dejación en sus responsabilidades por no promover el desalojo de los asentamientos. Según explica Navarro, “actualmente son unas 200 las personas, aunque el núcleo duro (permanente) está formado por 20”. “Medio Ambiente está permitiendo que no se cumpla la ley”, añade.

La situación hace mella y, poco a poco, se vislumbran pasos en una futura intervención en San Pedro. Según fuentes del caso, una comisión judicial encabezada por el magistrado del Juzgado de Instrucción número Cinco de Almería, Rafael Soriano, visitó la cala hace aproximadamente diez días. Este juzgado mantiene abiertas diligencias de investigación y se habría interesado por conocer directamente la situación de deterioro que sufre el paraje natural. Según confirmaron ayer fuentes de la Guardia Civil, un equipo de agentes facilitó el acceso por vía marítima (la cala tiene un acceso terrestre muy difícil) y el Seprona estudia también el caso.

Además, la inspección judicial coincide con el arresto de dos jóvenes acusados de un delito de tráfico de drogas. Se trata de un chico de origen israelí y una joven lituana presuntamente vinculados con un grupo de la Cala de San Pedro. La Guardia Civil los arrestó en la mañana del domingo en un control de carretera (viajaban en un vehículo que los recogió en ‘autostop’).

La investigación cree que transportaban hachís y marihuana desde una conocida comuna ‘hippie’ de Órgiva (Granada) hasta San Pedro, por lo que la detención supone, en cierto modo, cortar el suministro de estupefacientes para algunos de los jóvenes acampados allí. Ambos han ingresado en el centro penitenciario de El Acebuche.

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