Vera

Los hermanos Jorge Blanco: dos varas de alcalde en la misma familia

José Carmelo y Miguel accedieron a las alcaldías de Vera y Santa Brígida el pasado 15 de junio

Los hermanos  José Carmelo Jorge Blanco (izquierda) y Miguel Jorge Blanco (derecha) en la plaza veratense. Foto: A. Velasco
Los hermanos José Carmelo Jorge Blanco (izquierda) y Miguel Jorge Blanco (derecha) en la plaza veratense. Foto: A. Velasco La Voz
Guillermo Mirón
07:00 • 29 ago. 2019

Los hermanos José Carmelo y Miguel, de apellidos Jorge Blanco, comparten mucho más que los apellidos. Ambos crecieron en el seno de una familia canaria más que numerosa (son ocho hermanos), coinciden en buena parte de sus postulados ideológicos y les gusta rodearse de buenos amigos y familiares cada vez que tienen ocasión para departir en torno a una mesa.



Hasta ahí, pocas aficiones o características que no puedan estar presentes en cualquier familia española. Lo que diferencia a los dos hermanos Jorge Blanco es que ambos recibieron la vara de mando de los municipios donde residen el pasado 15 de junio. Es decir, son hermanos y alcaldes. José Carmelo en la localidad almeriense de Vera y Miguel en Santa Brígida (Gran Canaria).



La hora, una aliada
Los dos hermanos han sido candidatos del Partido Popular, lo que no es casualidad puesto que es la formación ideológicamente más cercana a ellos pero su vocación política viene de atrás. “Dos abuelos fueron concejales en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria y un hermano, Joaquín, también fue concejal”, recuerda Miguel durante una conversación de este periódico con los dos hermanos, aprovechando que se encuentra de vacaciones en Vera. “Compartimos la pasión por ayudar a la gente”, añade José Carmelo, que tiene la responsabilidad de gobernar por segunda vez después de  hacerlo de 2011 a 2015 tras lograr mayoría absoluta, tal y como ha ocurrido este 2019. En cambio, Miguel ha necesitado el apoyo de otras formaciones para gobernar, aunque “todas” del mismo espectro ideológico.



Cuesta imaginarse cómo se vivió en la familia Jorge Blanco el pasado 15 de junio, la jornada de las investiduras de los alcaldes en los ayuntamientos españoles. Hermanos y familiares pendientes de dos investiduras que se iban a vivir al mismo tiempo. Por suerte contaron con un aliado de excepción: el uso horario. Sobre ese día, Miguel recuerda que “como hay una hora de diferencia entre las Canarias y el resto de España, llamé a Jose sobre las once menos cinco de la mañana (las doce menos cinco en Vera). Entonces le pregunté si ya le eligieron alcalde y me dijo que sí. Yo le dije que a mi me tocaba en cinco minutos, si todos los pactos que había firmados se cumplían”. Y así fue. A la una de la tarde (las doce en Canarias) los dos hermanos ya eran alcaldes y habían podido estar al tanto el uno del otro debido a la hora de diferencia que existe en sus relojes.



Una familia unida 
Sin embargo, la llegada a las alcaldías fue diferente con motivo de los necesarios pactos en el caso canario y de la mayoría absoluta en el veratense. ¿Alardeó el hermano mayor de su resultado ante el menor, tal y como acostumbraría a hacer por otros motivos décadas atrás? “Un poquito”, se limita a reconocer entre risas Miguel. Le sigue en tono desenfadado José Carmelo. “Lo que pasa es que como estoy acostumbrado a ganar unas elecciones y a no gobernar, tampoco iba a meterme mucho con mi hermano...”, bromea recordando cuando un pacto entre PA y PSOE le negó en 2015 la alcaldía de Vera pese a representar al partido más votado. Más allá de la política, aseguran que comparten pocas aficiones aunque hay lazos más importantes.



“Lo que sí tenemos en común todos es mucha unión familiar. Los ocho hermanos nos llevamos perfectamente”, explica José Carmelo, el único de los ocho hermanos que reside lejos de Gran Canaria, donde suele ir en Navidad para reencontrarse con su familia. Miguel suele venir en época estival y recuerda la primera vez que visitó Vera, allá por 1981 (un año después de la llegada de José Carmelo, que se afincó en tierras almerienses por aquello del amor). 



Propósitos cruzados
“He visto Vera muy cambiada porque toda la zona turística prácticamente no existía”, rememora el alcalde canario antes de desearle a su hermano que para 2024 “potencie aquellos valores que son diferentes para diferenciarse del resto de municipios” en lo turístico.



Por su parte, José Carmelo le anima a que Santa Brígida, situada a una quincena de kilómetros de Las Palmas, potencie “el turismo rural” y que siga ayudando al “comercio y la gastronomía, que es muy buena”. Deseos de dos hermanos que comparten ideología,  familia y, además, una vara de mando.


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