Tíjola

El deseo de un ‘banco de la amistad’ en los colegios se hace realidad en Tíjola

La iniciativa surgió de una niña para su uso por alumnos con problemas o que quieran jugar

\'Banco de la amistad\' instalado en el colegio tijoleño.
\'Banco de la amistad\' instalado en el colegio tijoleño. La Voz
Guillermo Mirón
14:04 • 16 oct. 2019

Hace unas semanas, una niña de un colegio de Burgos pidió a su maestra mediante una carta un deseo muy particular: “Hola Ana, me gustaría que haya un banco de la amistad en el patio del colegio”. Acto seguido en esa misma misiva, la joven alumna detallaba a su maestra que el banco tenía que ser de colorines y tener un letrero donde figurase ‘Banco de la Amistad’.



Así, cada vez que un niño se siente en él, el resto de alumnos podrán acudir al mismo y compartir una charla con esa persona o invitarle a jugar. Finalmente el deseo de la joven estudiante burgalesa se ha hecho realidad aunque a cientos de kilómetros de distancia de su centro educativo. El colegio público ‘Sagrado Corazón’ de Tíjola ha recogido el guante y ha instalado en su zona de patio un banco donde se puede leer en colores y rodeado de dibujos de nubes la denominación ‘Banco de la amistad’.



El colegio tijoleño ha explicado en redes sociales que de este modo ha dado respuesta “a las sugerencias de nuestro alumnado”, por lo que “ya contamos en nuestro cole con el ‘Banco de la amistad’. Se trata, según el centro educativo, de “un banco de carácter inclusivo, favorecedor de relaciones sociales y facilitador de una convivencia positiva”. En él se sentará “aquel niño o niña que se sienta solo o que necesite hablar de algo con alguien, que necesite ayuda de sus iguales y contamos con el fiel compromiso de todo nuestro alumnado que siempre habrá alguien dispuesto a ayudar, a escuchar y a dar su cariño” Una magnífica iniciativa que ha sido recogida y materializada por el CEIP Sagrado Corazón del municipio tijoleño, en el Valle del Almanzora y cuyo origen se remonta al año 2012.



Fue entonces cuando una niña estadounidense de 10 años llamada Acacia Woodley, que nació sin una mano y con dos dedos de la otra, le propuso a la directora de un colegio de Florida donde cursaba sus estudios colocar un banco de la amistad. La joven afirmó entonces que “algunas personas dicen que sienten pena por mí. Les digo que no la sientan ”, dijo. "No me importa que sea diferente. Me gusta que soy diferente".



Unas palabras que ayudaban a entender otro de sus objetivos con este bando. "La gente que sufre ‘bullying’ no es la que necesita ayuda”, añadió en una entrevista con el periódico The Washington Post, haciendo alusión a que ayudar a los acosadores era otro de los propósitos de una iniciativa que este curso se ha hecho realidad e el colegio de Tíjola.






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