Javier Pajarón
01:00 • 21 oct. 2011
El 5 de octubre de 1975, en una España que revivía en la agonía del general Franco, un joven almeriense de 20 años estrenaba su uniforme de guardia civil en el cuartel de Mondragón (Guipúzcoa). Esteban Maldonado salió de la academia sólo unos meses antes y seguía los pasos de su padre en una prometedora carrera en la Benemérita. Sin embargo, un explosivo colocado en los bajos del vehículo patrulla en el que viajaba con cuatro compañeros acabó con su vida en el municipio de Oñate. Era la primera víctima almeriense de ETA.
El 7 de octubre una multitudinaria manifestación se concentró en la Avenida de la Estación de Almería para recordar a Maldonado. Quizás por primera vez, la amenaza de la banda se sentía en la otra esquina de país.
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El 7 de octubre una multitudinaria manifestación se concentró en la Avenida de la Estación de Almería para recordar a Maldonado. Quizás por primera vez, la amenaza de la banda se sentía en la otra esquina de país.
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