Un seísmo de 3,8 causa de nuevo la alarma en Cuevas del Almanzora

No han pasado ni dos semanas desde el trágico suceso originado por el derrumbe de una ladera sobre una casa-cueva en Cuevas del Almanzora, para que los vecinos cuevanos tengan que volver a vivir otro brusco despertar, aunque esta vez por fortuna, sin graves consecuencias.

De nuevo un temblor sísmico, a la una y media de la madrugada del lunes, ha vuelto a activar la alarma en las comarcas almerienses del Valle del Almanzora y del Levante apenas seis meses después de la catástrofe ocurrida en Lorca, tras la sacudida de un terremoto de magnitud 5.1 que provocó nueve muertos. El epicentro se ha localizado en el término municipal de Cuevas del Almanzora, en una zona intermedia entre el núcleo urbano y el embalse cuevano.

El terremoto, con una magnitud de 3.8 y una profundidad de 11 kilómetros, sorprendió a la mayoría de los habitantes de estas comarcas mientras dormían. El temblor se ha podido sentir en prácticamente todos los municipios del Levante y del Almanzora. Tanto es así, que incluso el Instituto Geográfico Nacional alertaba acerca de otro terremoto, ocurrido dos horas antes y esta vez con epicentro en Zurgena, aunque finalmente este temblor desapareció de las estadísticas de este organismo. En cambio, sí que hubo otro terremoto una hora y media más tarde, aunque con epicentro también situado en Cuevas del Almanzora, como réplica de la anterior sacudida, siendo su intensidad sensiblemente menor, con una magnitud de 1,6.

“Un ruido muy fuerte”
Los habitantes de Cuevas del Almanzora, donde muchos vecinos salieron a la calle tras el temblor, vivieron este seísmo de un modo muy especial. “Con todo lo que ha pasado, uno se pone nervioso y piensa en la familia. De momento fui a ver a mis hija y si el edificio tenía algún tipo de raja”, comentó un vecino cuevano. Otro vecino no negaba que “el susto todavía lo llevamos ahí después de lo que ha pasado”. En el resto de municipios el susto fue menor, aunque también llamó la atención de los ciudadanos. “Es la primera vez que siento algo así. Ha sido un ruido muy fuerte debajo de la cama. Algo sientes, pero no sabes muy bien lo que es”, explicaba una vecina de Turre. Otros en cambio, afirman haber sentido “otros terremotos más fuertes”.

Incluso en el Almanzora el movimiento sísmico provocó reacciones de alarma. Rocío Galera, de Albox, cuenta que salió “corriendo a la calle, pero cuando vi que el terremoto terminó, ya me quedé parada”. El destino ha querido que Cuevas del Almanzora haya vuelto a situarse en el mapa por otro movimiento, esta vez sísmico, que ha interrumpido, una vez más, el sueño de muchos de sus vecinos diez días después de la recordada tragedia.