Marta Rubí
20:38 • 30 oct. 2011
La mayoría de los movimientos que se sienten en Almería son generados por la falla de Carboneras, que es una de las más activas del país, ha causado la mayoría de los terremotos destructores de la historia de la provincia y, según el especialista Manuel Navarro, geofísico de la Universidad de Almería, es de esperar que sucedan más.
¿Es Almería consciente de la importancia y el riesgo de la falla de Carboneras? Creo que sí. Cuando se habla de los terremotos de Almería sabemos que la falla de Carboneras juega un papel importante como origen de muchos de los terremotos sentidos (por ejemplo la serie sísmica reciente de julio de 2010), y es candidata a generar un terremoto destructor. Dentro de la comunidad científica ha sido y es una falla muy estudiada, siendo considerada como una de las posibles fallas asociadas al terremoto de 1522.
¿Está la sociedad más concienciada del riesgo de esta zona después de Lorca? Quiero pensar que sí, y espero que las administraciones y en particular los ayuntamientos tomen conciencia de que estamos en una región sísmicamente activa, y por tanto no exenta de riesgo.
¿Cuánto tiempo máximo ha estado Almería sin sufrir un terremoto de importancia? Podemos decir que los terremotos del poniente Almeriense, ocurridos en diciembre de 1993 y enero de 1994 con magnitud 5.0 y 4.9 respectivamente e intensidad símica VI-VII en la localidad de Adra, han sido los últimos terremotos destructores en la provincia de Almería. Por tanto, llevamos 18 años de relativa calma, y digo esto porque desde esa fecha han ocurrido muchos terremotos, la mayoría de ellos no sentidos por la población, aunque sí registrados instrumentalmente.
Hace dos años organizó usted una reunión internacional, ¿ha sabido Almería poner en práctica sus conclusiones? Lamentablemente creo que aún no se ha sabido poner en práctica las lecciones y conclusiones de esa reunión científica sobre microzonación y reducción del riesgo sísmico a escala urbana. Aspectos tales como la influencia del suelo en el comportamiento dinámico de las edificaciones durante un terremoto, y en particular evitar que se produzcan fenómenos de resonancia suelo-estructura, y por tanto disminuir el daño esperado en un futuro terremoto, es una medida de fácil aplicación en los planes de ordenación del territorio de un municipio.
¿Podemos hacer algo para reducir el riesgo asociado a los terremotos? Un terremoto es un fenómeno natural y como tal debemos de entenderlo. Los daños producidos por un terremoto dependen, entre otros factores, del grado de preparación que tengamos.El desarrollo de los planes de actuación de ámbito local frente al riesgo sísmico permite resolver las deficiencias detectadas, y por tanto reducir el riesgo de su municipio. Por último,es importante informar y educar a la población sobre una serie de recomendaciones básicas para protegerse. Hoy se pueden reducir los daños ocasionados por un terremoto, y es responsabilidad de todos.
¿Es Almería consciente de la importancia y el riesgo de la falla de Carboneras? Creo que sí. Cuando se habla de los terremotos de Almería sabemos que la falla de Carboneras juega un papel importante como origen de muchos de los terremotos sentidos (por ejemplo la serie sísmica reciente de julio de 2010), y es candidata a generar un terremoto destructor. Dentro de la comunidad científica ha sido y es una falla muy estudiada, siendo considerada como una de las posibles fallas asociadas al terremoto de 1522.
¿Está la sociedad más concienciada del riesgo de esta zona después de Lorca? Quiero pensar que sí, y espero que las administraciones y en particular los ayuntamientos tomen conciencia de que estamos en una región sísmicamente activa, y por tanto no exenta de riesgo.
¿Cuánto tiempo máximo ha estado Almería sin sufrir un terremoto de importancia? Podemos decir que los terremotos del poniente Almeriense, ocurridos en diciembre de 1993 y enero de 1994 con magnitud 5.0 y 4.9 respectivamente e intensidad símica VI-VII en la localidad de Adra, han sido los últimos terremotos destructores en la provincia de Almería. Por tanto, llevamos 18 años de relativa calma, y digo esto porque desde esa fecha han ocurrido muchos terremotos, la mayoría de ellos no sentidos por la población, aunque sí registrados instrumentalmente.
Hace dos años organizó usted una reunión internacional, ¿ha sabido Almería poner en práctica sus conclusiones? Lamentablemente creo que aún no se ha sabido poner en práctica las lecciones y conclusiones de esa reunión científica sobre microzonación y reducción del riesgo sísmico a escala urbana. Aspectos tales como la influencia del suelo en el comportamiento dinámico de las edificaciones durante un terremoto, y en particular evitar que se produzcan fenómenos de resonancia suelo-estructura, y por tanto disminuir el daño esperado en un futuro terremoto, es una medida de fácil aplicación en los planes de ordenación del territorio de un municipio.
¿Podemos hacer algo para reducir el riesgo asociado a los terremotos? Un terremoto es un fenómeno natural y como tal debemos de entenderlo. Los daños producidos por un terremoto dependen, entre otros factores, del grado de preparación que tengamos.El desarrollo de los planes de actuación de ámbito local frente al riesgo sísmico permite resolver las deficiencias detectadas, y por tanto reducir el riesgo de su municipio. Por último,es importante informar y educar a la población sobre una serie de recomendaciones básicas para protegerse. Hoy se pueden reducir los daños ocasionados por un terremoto, y es responsabilidad de todos.
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