Los alumnos del Colegio Rural cogen la mochila para hacer la ‘ruta viajera’

Una mochila y muchas ganas de aprender. Es lo único que han necesitado una veintena de alumnos de quinto y sexto de primaria del Colegio Público Rural (CPR) Valle de Andarax, con sede en Instinción, que comprende también a otras pequeñas localidades de la comarca como Almócita, Íllar, Padules y Rágol, y que por segundo año consecutivo han querido conocer Andalucía gracias a una nueva ruta viajera.

Y es que como relata la directora del centro, María Martínez, “vimos el anuncio de la convocatoria publicado en el BOJA bajo el nombre ‘Rutas educativas por Andalucía’ y decidimos volver a solicitarla”. Porque no es la primera vez que los alumnos de este centro rural se marchan de viaje para conocer la comunidad andaluza, ya que se trata de la segunda ruta que realizan.

En esta ocasión, los pequeños de 10 y 11 años de edad partieron el pasado martes desde la sede del colegio, en Instinción, dirección Córdoba, para proseguir la marcha hasta la ciudad sevillana de Osuna, Sevilla capital, y concluir en la jornada del sábado con una comida de convivencia en Antequera. Todo ello bajo el nombre ‘Califato-Washington Irving’. Porque como explica Martínez, “el principal objetivo que se persigue es que los niños puedan conocer el patrimonio cultural andaluz, de modo que lo valoren, lo cuiden y lo respeten”.

Integración
En la misma línea, recuerda la directora del CPR, “nos sirve también para que los niños puedan estrechar lazos, convivir juntos, y para que se produzca una integración real”, ya que, como concreta, “aunque todos pertenezcan al mismo colegio, en este tipo de centros, al estar diseminados por aulas y en distintos pueblos, es más difícil que tengan ese sentimiento de unión”.

Por ello además los alumnos no han podido llevar en su equipaje prácticamente ni un sólo aparato digital, de modo que la interacción y las relaciones han sido las principales protagonistas junto al fomento de la cultura. En cualquier caso, y según detalla la Martínez, “los niños se lo han pasado en grande y tampoco han estado solos porque han coincidido con un centro educativo de Málaga así que también han podido compartir e intercambiar experiencias”. Y todo, bajo la estampa de la Andalucía más antigua.