Javier Pajarón
23:29 • 03 nov. 2011
Como un enemigo silencioso, la presencia de ETA estuvo anoche en el rechazo enérgico de las víctimas, aunque apenas se nombraron sus siglas en la inauguración del XI Congreso de la Asociación de Víctimas de Terrorismo (AAVT), que acoge Almería hasta el sábado.
Después de 50 años de amenaza permanente, los directamente afectados asimilan los epítetos y eligen términos alternativos para nombrar a la banda, como los “asesinos”, los “terroristas” o simplemente “ellos”. “Ellos han causado mucho dolor, pero que no piensen estos asesinos que nos han recluido”, en palabras de Joaquín Vidal, presidente de la AAVT.
El undécimo encuentro de la asociación tenía aparentemente un sentido distinto con el anuncio del fin de la violencia hace dos semanas. Sin embargo, las víctimas no se fían y su discurso no cambia. “Ahí están las leyes, y las cumplirán”, aseveró Vidal ante más de un centenar de personas que llenaban el salón del Hotel Torreluz. “Pase lo que pase, nadie va a engañar a las víctimas sobre el fin del terrorismo, estaremos alerta (...) Vivimos por un sueño, un mañana sin violencia (...) No nos apresuremos, las cosas irán llegando”, añadió.
El presidente de la AAVT miró directamente a los políticos e hizo un llamamiento constante y repetido a la “unidad” y al “estado de derecho”. El foro así lo merecía, repleto de autoridades políticas y policiales. La almeriense Fuensanta Coves, presidenta del Parlamento Andaluz, y el delegado del Gobierno en Andalucía, Luis García Garrido, presidieron la inauguración, a la que no faltaron el vicepresidente de la Diputación Provincial, Javier Aureliano, y el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, entre otras personalidades.
Después de 50 años de amenaza permanente, los directamente afectados asimilan los epítetos y eligen términos alternativos para nombrar a la banda, como los “asesinos”, los “terroristas” o simplemente “ellos”. “Ellos han causado mucho dolor, pero que no piensen estos asesinos que nos han recluido”, en palabras de Joaquín Vidal, presidente de la AAVT.
El undécimo encuentro de la asociación tenía aparentemente un sentido distinto con el anuncio del fin de la violencia hace dos semanas. Sin embargo, las víctimas no se fían y su discurso no cambia. “Ahí están las leyes, y las cumplirán”, aseveró Vidal ante más de un centenar de personas que llenaban el salón del Hotel Torreluz. “Pase lo que pase, nadie va a engañar a las víctimas sobre el fin del terrorismo, estaremos alerta (...) Vivimos por un sueño, un mañana sin violencia (...) No nos apresuremos, las cosas irán llegando”, añadió.
El presidente de la AAVT miró directamente a los políticos e hizo un llamamiento constante y repetido a la “unidad” y al “estado de derecho”. El foro así lo merecía, repleto de autoridades políticas y policiales. La almeriense Fuensanta Coves, presidenta del Parlamento Andaluz, y el delegado del Gobierno en Andalucía, Luis García Garrido, presidieron la inauguración, a la que no faltaron el vicepresidente de la Diputación Provincial, Javier Aureliano, y el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez-Comendador, entre otras personalidades.
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