Almería es una de esas provincias periféricas que cuenta con una enorme cantidad de municipios rurales que forman parte de lo que se ha dado en llamar ‘la España vaciada’, un fenómeno de despoblación que amenaza la supervivencia de los pueblos más apartados de los grandes núcleos de población.
Por ello, la Universidad de Almería y varios de estos municipios han unido recientemente sus fuerzas para colaborar en un proyecto que se ha propuesto potenciar los servicios, el ocio y la economía de estos municipios con el objetivo de revertir esta tendencia y conseguir que, después de mucho tiempo, se pueda a hablar de cifras positivas en cuanto a crecimiento de la población en los mismos.
Marca Pueblo
La iniciativa se llama ‘Marca Pueblo’ y se encuentra, por el momento, en su “fase piloto”, según explica el profesor titular de Economía Aplicada de la UAL, Jaime de Pablo. “Ahora mismo se está haciendo una encuesta a nivel provincial para saber el conocimiento que nuestros jóvenes tienen sobre la cultura de los pueblos de Almería”, explica el que se ha convertido en principal impulsor del proyecto, que se ejecutará en los municipios de Alcóntar, Almócita, Líjar, Lubrín, Olula de Castro, Purchena y Serón.
Las encuestas se centran también en “aquellos alumnos de la UAL que son de pueblo”, para saber si en la actualidad viven en sus municipios de origen y si piensan o no hacerlo en el futuro, así como los motivos de su decisión. El objetivo de esta primera fase, que recogerá una muestra de entre 1.000 y 1500 testimonios y, según De Pablo, finalizará en menos de un mes, es disponer de información crucial para conocer las necesidades y opiniones de la población joven, que es precisamente a la que se quiere atraer al entorno rural para que lo “reactiven”, según De Pablo
Idiosincrasia propia
La segunda parte consistirá en hacer un estudio de necesidades específicas, para poder desarrollar una estrategia adaptada a cada pueblo. “Nosotros partimos de que cada municipio es único, que no hay dos municipios iguales, por eso lo que tenemos que ver es de qué forma podemos potenciar lo realmente característico de cada uno de ellos”, sostiene el profesor de la UAL.
Una vez queden claras las necesidades de cada pueblo se pasará a la fase de propuestas concretas, en la que se abordarán “cuestiones fundamentales” relacionadas con aspectos como el emprendimiento y la economía, pero también con el ocio, ya que “la gente se tiene que divertir para quedarse a vivir en un sitio y el ocio va más allá de bajar al bar del pueblo”, afirma el profesor de la Universidad de Almería.
Fibra óptica
Otra cuestión fundamental del proyecto, y que además es un eje alrededor del cual se podrán articular muchas de las iniciativas del mismo, es el relacionado con las tecnologías de la información y la comunicación.
“En primer lugar nuestro propósito es llevar el internet no sólo a las plazas de los pueblos, sino incluso hasta las pedanías más apartadas, y no un internet cualquiera, sino fibra óptica”, adelanta De Pablo, que ya vislumbra proyectos como “un centro de día virtual, en el que dos personas de dos pueblos diferentes puedan estar comunicándose” por videoconferencia.
Asimismo, disponer de una buena conexión puede ser “un foco para atraer a extranjeros”, explica De Pablo. “Hace años tuvimos la ola de los ingleses y ahora está la de los belgas”, añade.
En cualquier caso, la fuerza del proyecto reside en su adaptabilidad, ya que cada pueblo tiene sus propias necesidades y potencialidades. “A lo mejor Serón se tiene especializar en su sector turístico y Lubrín en su producto natural, la leche de cabra”, pone como ejemplo el profesor.
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