Juanba Crespo es un joven ejidense que hasta hace apenas unas semanas ejercía con éxito como miembro del cuerpo técnico del vigente campeón de liga de fútbol sala en Italia, el Italservice Pesaro C5. Hoy, casi dos semanas después de que decidiera emprender un incierto y nervioso viaje de regreso en coche hasta España, se encuentra recluido en un piso de Almerimar sin tan siquiera haber podido abrazar a su familia ya que, pese encontrarse totalmente asintomático, con lo que ha vivido en Italia confiesa que no podía permitirse “ningún tipo de riesgo” para los suyos y espera que su experiencia “sirva para concienciar a todos para cumplir las normas y que lo pasemos lo mejor posible”.
P: ¿Cuando fuiste consciente de que era preciso volver a España?
R: Ya sabemos como está la situación en Italia y cada vez en más países. Empezó la situación con el coronavirus a ponerse muy fea hace como unas 3 semanas. Todo se estaba complicando cada vez más y más. Y esto fue lo que me llevó a tomar la decisión de volver a El Ejido donde llevo ya casi dos semanas.
P: Y en el tiempo que llevas aquí estás en aislamiento absoluto autoimpuesto...
R: Es una precaución que había que tomar. Vengo de una zona que es muy complicada. La región en la que estoy tiene una extensión parecida a la provincia de Almería y ahora mismo hay casi 3.000 casos. En mi ciudad, que es más o menos como El Ejido, hay más de 1.000 casos documentados y un montón de muertos. Así que decidí venirme. Le dije a mis padres que me llenaran un piso que tenemos vacío con comida como para un mes y me metí aquí sin saludarlos ni siquiera, por precaución. Yo estoy totalmente asintomático, no he tenido ningún resfriado ni nada pero por precaución decidí aislarme aquí por lo menos unos 15 o 20 días.
P: ¿Cómo fue ese viaje de regreso de tantos kilómetros y con tantas incertidumbres?
R: Cuando decidí venirme y tuve permiso del club hablé con la embajada y me comunicaron que venir por vía aérea era imposible porque estaban cancelados todos los vuelos con Italia. Me dijeron que la única vía que tenía segura era por carretera, que seguramente pasaría algún control de temperatura en la frontera y demás pero que tenía que venir por carretera y que intentara no dejarlo para mucho más adelante. Así que ese mismo día, viernes 13 de marzo, hice las maletas, cogí el coche y me vine en coche hasta aquí.
P: ¿Y cómo vivías tú y cómo vivía tu familia esa situación y ese viaje?
R: Uno de los principales problemas que tenía allí es que sabía que mi familia estaba preocupada y nerviosa pidiéndome que volviera. Además, también sabía que la situación aquí en España se estaba agravando bastante. Estaban preocupados viendo como subían los casos de una manera increíble. Y eso hacía que yo tampoco estuviera tranquilo allí. Así que eso mi hizo tomar la decisión que volver. Un viaje con muchos nervios porque no sabía los controles que iba a tener que pasar de Italia a Francia y de Francia a España, que al final no pasé ninguno, y como iba a ir todo.
P: Y ya que has vivido la experiencia, ¿nos podrías contar como fueron los primeros días de esta crisis en Italia?
R: Allí la verdad es que se tomó todo muy a la ligera. Empezaron con confinamientos en una pequeña zona y al principio se lo tomaron de fiesta en plan de ‘coronavirus no te temo’, ‘Italia no se para’… Y estaba todo el mundo fuera. Primero cerraron institutos y universidades. Luego locales de ocio 10 días después, con lo que todos los bares estaban abarrotados. Luego los bares cerraban a partir de las 6 con lo que todo se ponía a tope hasta las 6. El alcalde salía por todas partes pidiendo que la gente se quedara en sus casas pero no había manera”.
P: ¿Qué noticias tienes de como andan las cosas por allí ahora?
R: Sigo todos los días la situación allí e intento hablar todos los días con los jugadores a los que también estamos haciendo un seguimiento. Y los números parecen que los últimos días han empezado a frenarse un poco pero aun así son bestiales. Y con la incertidumbre de que no se sabe como va a evolucionar.
P: Y cuando avisabas desde allí a tus amigos y familia de aquí sobre lo que estaba pasando, ¿qué respuesta te encontrabas?
R: Me encontraba reacciones de todo tipo. El típico que se asustaba, que ya estaba viendo el problema como muy catastrofista y el que decía que no pasa nada, que es como una gripe, que aquí no llega… pero yo llevaba una semana explicando como iban subiendo los casos, como se había puesto el hospital de campaña… en fin, que llevaba tiempo avisando a mis amigos y familias de cómo estaba la situación.
R: Por todo ello es tan importante cumplir con las restricciones...
Yo animo a la gente a que se lo tome lo más en serio posible, que haga los mayores esfuerzos que pueda ahora porque aquí en Almería estamos en una situación en la que tenemos la oportunidad de pasar esta crisis de una manera un poco más tranquila, si se puede usar esta expresión, y sin tantas desgracias. Está en nuestra mano no tener esa situación como la que he vivido en Italia o como la que me cuentan amigos de Madrid que es una locura.
P: Y en esto predicas con el ejemplo ya que con todo el tiempo que llevas sin ver a tu familia todavía sigues aislado por voluntad propia.
R: Mis padres estuvieron en Navidad y a mi hermano llevo sin verlo desde agosto. Llegué aquí y estaban mis padres esperándome y le dije a mis padres que no me bajaba del coche hasta que no se fueran. Y a mi hermano llevo sin verlo desde agosto. Mi hermano me dijo que quería venir a verme a través de la ventana del patio y le dije que no viniera. Y repito que estoy totalmente asintomático y no tengo ningún problema pero viviendo lo que he vivido allí no quería arriesgarme absolutamente a nada.
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