Entre aplausos, irradiando satisfacción y generando una corriente de energía positiva en todas direcciones. Así es como abandonaba hace unos días la UCI del Hospital de Poniente, Domingo Villegas, un vecino de Dalías que ha luchado cara a cara con el virus en la Unidad de Cuidados Intensivos durante 25 días y que por fin ha podido volver a su casa después de más de un mes.
“Lo primero que voy a hacer es abrazar a mi mujer y a mi hijo que llevo ya mucho tiempo sin verlos. Estoy loco por verlos y ellos están locos por que vaya para la casa”, confesaba en SER Poniente justo antes de recibir el alta un emocionado Domingo Villegas.
Impacto
Villegas asegura que un momento clave en su duelo con el coronavirus fue el momento en el que le comunicaron “que la única solución que había era tirar para la UCI y que si quería. Y yo le comuniqué a mi familia que sí. A la UCI, a lo que salga”. Una decisión que trajo consigo 25 días en esta unidad tan duros e intensos como providenciales para su recuperación. “Era la única solución. Estaba muy mal. Tenía los pulmones encharcados. He estado unos días sedado y luego ya cuando me desperté he vivido días muy malos porque me faltaba el aire y no podía respirar. Pedía el aire a voces. No podía”, confiesa.
Sin embargo, destaca como “las personas que estaban allí me tranquilizaban y me decían que esto pasa. Pero he pasado días muy malos”.
Por este motivo, no duda en afirmar que “esta decisión ha sido un acierto, gracias a Dios, porque yo, como aquel que dice, estaba en el otro mundo. Y he salido como Dios manda. He salido bien. Gracias al equipo que hay ahí”.
En este sentido, Villegas destaca como el equipo sanitario no solo ha jugado un importante papel en cuestiones médicas sino que también “venían me enseñaban con el móvil lo que podían para ver a mi familia. Y eso siempre te ayuda. He tenido muy buena gente a mi lado. Muy profesionales. No te dejaban. Conmigo se han portado muy bien”, asegura.
Y es que el estar aislado de la familia es uno de los elementos más difíciles de esta pelea. “No lo piensas. Pero, por suerte, tenía a la doctora que siempre estaba en contacto con mi mujer y con mi hijo”, indica.
Mensaje
Afortunadamente, después de tantas dificultadas y sufrimiento, Domingo ha conseguido convertirse en otro más de las centenares de personas curadas en la provincia. Y el mensaje que quiere transmitir a los que se vean en una tesitura parecida es “que no tengan miedo. Aunque digan o hablen de la UCI. Si dicen que hay que meterse dentro, no hay que pensarlo. Hay que meterse. Te da miedo decir la UCI. Pero hay muy buena gente. Muy buenos profesionales. Así que el que pueda que no lo piense. Si yo lo hubiera pensado, no estaría aquí”, reflexiona.
Así que este es el testimonio y la enseñanza que ha querido dejar sobre la mesa compartiendo su experiencia este vecino de Dalías que ha pasado de dar positivo en todas las pruebas de coronavirus a dar ahora positivo en ilusión, entusiasmo y ganas de vivir junto a los suyos.
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